NOCHES DESESPERADAS
12 May, 2019
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Sola, una noche más en esta sucia habitación hundiéndose conmigo, tengo lágrimas secas en mis mejillas pálidas como la pared que me rodea, a vuelto a ocurrir, me has vuelto a despedazar y sigues sin inmutarte ahí de pie con tu mirada sosegada sin ninguna perturbación. Y a las tres y veintidós de la madrugada tumbada en el fondo de la bañera con la música lo suficiente alta como para apenas poder oír mis pensamientos, me pregunto una vez más cuanto podré soportar esta maldita situación, a ti devorando bocas cuyos nombres dudo que recuerdes y yo que confirmo que cada día estoy más enamorada de ti .

¿Porque no vienes a rescatarme de este abismo? Prometiste cuidarme, me lo prometiste idiota. Me pongo una vez más el delicioso asqueroso a la vez, cigarro en la boca, siento como se lleva todas mis penas y me deja bacía como antes de conocerte, como siempre debí haber estado. Puedo escuchar al borracho de mi padre que acaba de llegar, grita mi nombre, aporrea mi puerta, hoy no tengo la paciencia necesaria para soportarlo, quiero revolcarme en mi miseria y saborearla, como lo solía hacer contigo. -Maldita niña, apaga la música y baja a hacer la cena. Siempre dando ordenes, sigue creyendo que soy yo la que se ha casado con él, la zorra de mi madre hizo bien en marcharse yo haría lo mismo si pudiera. Me distrae la vibración de mi móvil, es él, dudo entre contestar, después de reflexionar que peor de lo que estoy es imposible estarlo. -¿Que quieres idiota?- era nuestro saludo por excelencia. -¿Sigues cabreada o ya se te a pasado la pataleta? Me lo iba a cargar bala tras bala, era demasiado incluso para él, pero ni en broma me iba a volver a arrastrar por unos bonitos ojos y esos brazos que tanto me gustaba que me rodearan. -¿Exactamente porque debería estar enfadada contigo? -Sigues cabreada, tia superalo ya, ¿vienes a mi casa? -Cariño estoy ocupada, además tengo una fiesta a la que asistir, te tendrás que buscar a otra zorrita. Y le colgué, apagué el cigarro y me levante de la bañera desnuda, empiezó a sollozar otra vez no me repito, sé lo que tengo que hacer, me acerco al mueble del espejo y saco dos pastillas del armario. Me las trago y llamo a la reina de las zorras. -Hermanita, ¿Vienes a casa? Me tienes que vestir para esa fiesta recuerdas. -¿Sigues deprimida por ese capullo? Me aburres, pero me encantas cuando estas enfadada y tienes pinta de estarlo, en 10 minutos estoy en casa. Me miró al espejo, me doy lástima, no soy nada sin él, le quiero, echo de menos su risa arrogante. Sé que es un error pero voy a llamarle. -Hola. -¿Que quieres idiota?- dice imitando mi voz. -Yo no hablo así, voy a ir a la fiesta de Mccall con mi hermana y unos amigos. -Ya he encontrado “Zorrita”. -No soportas que te digan que no, sigues siendo un malcriado miserable. -Entonces, ¿para que te arrastras ante este malcriado? Por cierto ábreme la ventana. -¿Que dices? - No me lo puedo creer ha ido hasta mi casa, este chico me va a volver loca, me secó lo más rápido que puedo y me pongo unas bragas y una sudadera vieja, no me da tiempo de más. Entro en mi habitación y le abro la ventana. Lo veo ahí de pie y me derrito, como puedo detestarlo tanto y
quererlo a la vez, me estoy volviendo loca. -¿Que haces aquí?- Me recorre con su mirada y la mantiene en mis piernas desnudas, vuelve a plantar sus ojos en los míos y le arden como de costumbre cuando estamos en esta habitación. Pero entonces algo cambia en su cara parece preocupado aunque lo dudo, deben ser imaginaciones mías. -¿Has estado llorando? -¿Has venido hasta mi casa a preguntarme eso? -No me has contestado, ¿A pasado algo con tu padre, Cass?- me dice acariciándome las mejillas. -Eres más idiota de lo que creía, no he llorado, tengo la cara así porque Jake acaba de irse, hemos tenido una noche “intensa”- Empiezo a caminar para que no note que le estoy soltando la trola de mi vida. -Cass... No me mientas, a mi no por favor.-Suena con desesperación, no entiendo porque de repente esta tan intenso. -Quiero que te marches y deja de llamarme así, si lo único que quieres es seguir machacándome, olvidame.- Se acerca hacia donde estoy, me coge de la muñeca y me obliga a girarme. -Lo siento, me pase esta tarde, yo no quería...- Ya no puedo más como puede mentirme y seguir actuando tan bien, le arrancaría los ojos, no puedo creerle otra vez... -¿No querías que? Tirarte a esa rubia tetona, a mi no me importa, como si te tiras a todas las conejitas del campus .- Cojo aire y voy con todo el armamento contra él. -Sabes que? Has sido el error de mi vida, ojala nunca te hubiese conocido, no vales nada, todos lo saben, das pena, ¿crees que la gente no te te tiene calado? Eres un jodido dolor de cabeza, estas podrido por dentro, nadie te quiere...- iba a seguir con mi discurso pero el me interrumpe hecho una fiera, justo lo que necesitaba, que explotará, la adrenalina recorre mis venas. Siempre acabamos gritándonos, destruyéndonos, es lo único que sabemos hacer bien. -Puede que sea todas esas cosas pero lo de que nadie me quiere ¿Estas segura Cassie?- me dice mientras me estampa contra la pared, estamos peligrosamente cerca, noto como se le acelera el pulso, a mi se me a olvidado la forma de respirar. -Sabes que es lo que creo, que estas loca por mí, desde aquel momento que apareciste en la fiesta de fin de año, aún me pregunto que hacía ahí una perdedora como tú. -Yo..no te quiero. -Mentirosa. -No te quiero idiota, como alguien como yo iba a quererte a ti - le escupo en la cara, me estoy descontrolando, tengo que tranquilizarme o va a acabar conmigo. -Entonces, dime porque has llorado. -Tu no has tenido nada que ver, si es lo que estas pensando. -Contéstame Cassie. -¿A ti que te importa? -Si no lo quieres decir tú te lo diré yo, estabas destrozada porque me has visto con Rachel otra vez y lo hice porque tu te habías ido con Jake a su casa.-Se empieza a apartar de mí, el ambiente a dado un cambio radical ahora solo se
respira dolor. -No metas a Jake, ni siquiera le gustó, madura un poco, no necesitas una excusa para meterte en la cama de esa. -Cass, Jake tiene más ganas de meterse en tus bragas que yo en las de Rachel, créeme.-Nos quedamos en silencio unos minutos, me fijo en lo que lleva puesto, vaqueros gastados, camiseta negra y su cazadora de cuero. Sus ojos gélidos me atraviesan, tengo ganas de tocarle solo un poquito, echo de menos sus manos sobre mi piel, me acerco lentamente como si le temiera. Le rozo la mano con mis dedos helados. -¿Lo has besado?- me pregunta sin más. -No, ¿Porque me preguntas eso? -Es lo que ha dicho, que habíais ido a su casa a hacer el trabajo de biología y habías explorado muy a fondo su anatomía.-Me dice mirando al suelo parece dolido, intentando hacerse el gracioso y eso hace que sienta punzadas en el pecho. -¿Y tú te lo has creído? Yo nunca haría eso... bueno solo contigo.- Lo dije sin pensar, me arrepentí al instante, él abrió los ojos, no se esperaba ese tipo de declaración. -Cass me vas a volver loco lo sabes ¿Verdad? -Y tu a mí, nunca te voy a perdonar que te hayas vuelto a acostar con ella. -No lo hice, solo nos dimos un par de besos antes de que tú nos vieras. -No te creo, ella esta muy buena para poder resistirte. -Tengo mucha resistencia pequeña Cassie.- me dice guiñandome el ojo, maldito idiota, me muero por besarle. -Eso no es cierto, tienes un historial larguísimo de amantes, eso no demuestra demasiado autocontrol con las mujeres. -Eso fue porque quise, pero ahora mismo estas en ropa interior y una sudadera que apenas cubre tus piernas y me resisto a lanzarte a la cama.- Se volvió a acercar a mí, me dio la vuelta, estaba de espaldas a él, sentía su respiración en mi cuello, me dio una palmada en el culo, me sorprendió tanto como me gusto. Me gire y le bese como nunca antes lo había hecho, rodee su cintura con mis piernas, me sujeto fuerte por las caderas, me lanzó contra la cama sin separarse ni un milímetro. -¿Por queé siempre acabas en mi cama? Quiero odiarte.-Se le escapa una carcajada. -Porque sabes que soy muy bueno.- nos quedamos en silencio mirándonos, los dos sabemos la respuesta. -Quiero que seas mía para siempre Cass, no me importa que ni siquiera me hables.-me dice acercando su frente contra la mía. -No puedo prometerte eso si tu sigues revolcándote con todas. -Cass desde nuestra primera vez tú has sido la única, te lo juro.-me lo dice tan convencido que tengo que creerle, quiero hacerlo. -Y aunque lo hiciera con otras no sería como contigo, siempre seré tuyo Cassie. -Tengo miedo,Adam, no puedo soportar más mentiras. -Dame otra oportunidad, sabes que te quiero.-nos fundimos en un dulce beso. Y ahí vuelvo a caer otra vez en sus garras, pero que opción tengo si le quiero tanto que no puedo respirar, no tengo ni idea de como voy a salir de este huracán que estamos convirtiendo nuestras vidas.

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