Después de gritar, te sentirás mejor.
Después de soñar, volarás más alto.
Después de llorar, sentirás un peso menos de encima.
Después... ¡Oh apreciado después!
Después de siempre puede ser, pero antes de ¿también?
Después de esas palabras tan ofensivas y dañinas no te vas a sentir mejor.
¿Qué paso con el "primero piensa y luego habla"?
¿Dónde quedó el "amor" que tanto profesabas todos lo días?
Después del "eres una mierda y siempre serás una fracasada", ¿te sentiste mejor?
Después del "no cuentes conmigo para nada", ¿te sientes grande?
Después de todas esas palabras, me hiciste un favor.
Después de todo me quitaste la venda de los ojos.
Después de todo gracias.
Después de nuestra historia, te sigo amando, no tanto como para sentir esa presión en el pecho de tristeza, pero sí para recordar esa sensación efímera que me brindabas en breves instantes.
Gracias por todo y sobre todo, gracias por estos después.