La dama: capítulo 1 

Me niego a pensar que sobreviviré, no hay vida si tú no estás. Muchos dicen que estoy loco, porque entre tanta niebla y soledad aún distingo tu rostro, aún reconozco aquellos ojos tan intensos que me dejaron pobre, enamorado..

en esta habitación hace frío, y el aire espeso congela mis entrañas, en esta habitación mis recuerdos bagan y se convierten en aquella habitación de hace años, en aquella luz con la que iluminabas mi piano, aquella luz que me inspiraba 

y de nuevos me niego a olvidarte, en mis recuerdos solo estás tú y aunque siempre me desgarran y me hunden más ahora sueño y despierto contigo

aun te recuerdo en mi jardín, aún escucho tu voz, esa voz dulce que aún canta en mi pasado 

en la habitación tú aún escribes, en la habitación tus secretos escritos flotan y se convierten en polvo, y aunque este loco por tenerte de nuevo y pereguntar con desesperación si formaba parte de alguno de ellos, No puedo 

las teclas del piano se tocan solas, reconozco la melodía, es aquella que solo tocabas cuando estabas triste, y que ironía la vida, que aún me ahoga con los recuerdos 

las notas quedan suspendidas en el aire, y mi piano viejo, vuelve a su triste estado 

tras la ventana, reconozco las trenzas de aquel verano caluroso, y aunque haya frío y no haya flores, aún te veo recogiéndolas

y puede que esté loco, pero los recuerdos aún queman mi memoria, y te veo en la habitación, te veo siempre, nunca sonríes, nunca hablas, tú nunca me ves 

La dama