Otro día más pasa y Steven no sabe que hacer, hace poco se hizo novio de Paula, una chica encantadora que había amado desde hace tanto tiempo y ahora por fin podían estar juntos, pero pasadas las semanas Steven noto la cierta lejanía que tenia con Paula, algo no estaba bien, se hizo una y otra vez la pregunta “¿Qué estoy haciendo mal, realmente yo no era suficiente para ella?”.
Steven comenzó a ver cómo eran los demás a su alrededor, vestían muy bien, eran corpulentos, en general eran muy populares, pensó “quizás si soy como ellos Paula me querrá más”, comenzó a comprar todo tipo de ropa del momento y a ir todos los días a un gimnasio, al principio fue difícil, la ropa era muy cara y el gimnasio lo estaba destrozando, pero tenía que lograrlo de alguna manera.
Por las noches Steven le escribía a Paula, pero cada día que pasaba las conversaciones eran mas y mas secas, apenas un hola, y muchas veces ni eso, hasta que un día Paula ya ni leía los mensajes, Steven decidió ir a su casa la mañana siguiente, pero entre todas las cosas que ya tenía programadas se le hizo imposible, pasaban días y él dejaba mensaje tras mensaje sin respuesta alguna, luego de dos semanas logro ir a casa de Paula, toco su puerta con un miedo indescriptible, salió su mama y le pregunto por ella, se le invito a pasar mientras la buscaba en su habitación, el se sentó y le sudaban las manos del miedo, ya no tenia idea de que decirle ni preguntarle, sentía que su corazón se le saldría hasta que la vio, ella se acerco hasta él y se sentó cerca, lo saludo y le pregunto como estaba, Steven no tenia idea que ocurría, “¿Por qué actuaba de esa manera?, pero ella lanzo la pregunta que atravesó su corazón, “Por fin te veo, te acordaste de mí, pero ya es muy tarde”.
Steven quedo en shock, él le dijo: “Paula, discúlpame es que de verdad yo quería ser mejor para ti, mira como me veo ahora, también he estado entrenando, todo lo estoy haciendo por ti, quería gustarte más, yo aun no soy suficiente para ti, lose lo note apenas empezamos a salir, te volviste muy distante”.
Paula soltó una sonrisa que estaba cargada de todo menos de felicidad, y dijo “Steven yo te amo desde hace mucho antes de que nos volviéramos novios, siempre me gustaste, eres curioso, divertido, lindo e inteligente, pero al volvernos novios cambiaste en algo, ya no me veías como Paula sino como Tu Novia, y no me parecía mal del todo solo que ya no me tratabas como antes, pero si quieres saber porque me volví tan distante no fuiste tú, mi abuela murió y estaba destrozada, no quería pensar en nada, me dolía demasiado el haberla perdido, no tenia ánimos de nada, ¿pero sabes algo? Pensaba que en cualquier momento aparecerías y tratarías de animarme, hacerme sonreír como lo hacías tantas veces antes, pero solo me escribías saludándome e intentando tener una charla amorosa, sin siquiera venir a preguntarme que me pasaba, pasaban los días y ya ni te veía, al final viniste, pero ya es demasiado tarde”.
Al buscar una perfección artificial podemos terminar alejando a las personas que nos rodean, ya que dejaríamos de ser nosotros mismos buscando algo a lo que la gente llama “perfecto”, pero la verdad es que nadie sabe lo que es perfecto y lo que no lo es, es solo un concepto paradójico que creamos los seres humanos por sentirnos inferiores.
Cada quien es perfecto tal y como es, nadie tiene derecho a juzgarnos por nuestra forma de ser o de actuar, todos somos dueños de nuestra propia vida y tenemos que aprender a respetar la vida de los demás, aprender a colocarnos en sus zapatos y ver el mundo como ellos lo ven. Nuestros pensamientos pueden ser más destructivos que una bala.