Querer lograr algo no significa que puedas o que debas lograrlo
22 Mar, 2019
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Ese asqueroso sentimiento que nos da en una situación que por algún agente externo o por nosotros mismos provoca que no podamos lograr el objetivo que nos hallamos propuesto, puede ser tan simple como una nota que querías tener en un examen y terminaste por debajo, como una promesa que no pudiste cumplir, hay tantas situaciones como estrellas en el cielo para describir el sentimiento de impotencia.


Yo me he sentido impotente numerosas veces en mi vida, esa frustración de no lograr algo que me propuse queda marcada en mi alma y me recuerda que debo seguir intentándolo hasta lograr mis objetivos.


Un día en el negocio donde trabajaba mientras estudiaba en la universidad, entraron dos hombres armados, uno asalto a todos los clientes, mientras el otro salto la repisa y llego hasta donde estaba yo, me amenazo con una escopeta y me llevo hasta la caja, mientras yo sacaba el dinero el dejo su arma por unos segundos suelta cerca de mí, mientras él le decía al otro que le quitara todas sus pertenencias a la gente lo más rápido posible, por un instante tuve la intención de tomar su arma dispararle a él y ver lo que hacia con el de afuera, pero me entro la impotencia y frustración del momento, no pude moverme por el terror que sentía y por imaginarme que mis acciones de intento de valentía provocaran la muerte de alguno de los clientes o mi propia muerte, me quede en silencio, le entregue el dinero y vi como se fueron disfrutando de lo que habían hecho, como si fuera un logro, todos los clientes estaban molestos, asustados, tristes, pero yo estaba frustrado conmigo mismo, no tengo idea que hubiese pasado si hubiera tomado su arma, pero de lo que estoy seguro es que no hubiese ocurrido lo mismo, algo hubiera cambiado.


Otra impotencia que aun al día de hoy sigo sintiendo, es el no poderle dar las cosas que quiero a mi novia Vicky (si han leído mis escritos deberían saber quién es jajaja), trabajar y esforzarme tanto para solo sobrevivir y ayudarla a ella y a su familia, pero siempre me a gustado aunque sea darle un peluche y ver su hermosa sonrisa, pero la situación en nuestro país empeoro más y más, por lo que se me hacia totalmente imposible hasta llevarla a salir y comprarle algo, lo que fuera, tome la decisión de irme del país, esforzarme al máximo y lograr salir adelante y poderla sacar a ella de ese infierno, darnos un techo al que podamos decir “Es nuestro, lo logramos”, y prosperar para llegar a un futuro más brillante.


 Hubo un día que sobrepase ese sentimiento, se sintió bastante bien no dejarme pisotear por la frustración y la impotencia, pero de verdad no se lo recomiendo a nadie ya que pudo llegar a ser peligroso, estaba camino a la universidad cuando un chico un poco mas bajo que yo salió de la nada y colocándome algo en un costado me amenazo para que le diera todo lo que tenía, yo internamente molesto, pero por fuera simplemente le di lo que tenia y mi bolso donde llevaba mis cosas, él se alejó rápidamente y yo recordé que en mi bolso tenia papeles importantes que me traerían muchos problemas el perderlos, revise mi bolsillo y aun tenia mis llaves, yo soy muy fanático del anime y tiempo atrás compre un llavero con forma de espada, era metálico y algo filoso así que decidí arriesgarme, seguí al chico para esperar que se detuviera a ver si podría recuperar mis cosas, fue un largo tiempo de caminata, ya no llegaría a mis clases pero no me importaba, quería recuperar mis cosas si tenia la oportunidad, el chico se detuvo en un parque y se sentó en un banco para revisar lo que contenía mi bolso, era mi oportunidad y me dispare a toda velocidad para llegarle por detrás, le coloque mi llavero en el cuello y le dije que cometió un grave error, el chico se asusto y soltó del tirón mi bolso, vi como se puso blanco y lentamente me mostro que con lo que me amenazo era un tubo de acero dentro de una tela para disimular un arma, yo no despegaba el llavero de su cuello, le dije que me diera todo lo que me quito, lo recibí con mi otra mano y luego le dije que se fuera y que si se le ocurría cualquier cosa no me lo pensaría tanto, el se fue corriendo y yo me asuste de mi propio actuar, me dije a mi mismo “este no soy yo, que acabo de hacer?”, rápidamente organice mis cosas y fui a un centro comercial cercano y me refugie por un tiempo en caso de que el chico buscara a alguien para tratar de desquitarse de mí.


La impotencia es un sentimiento que siento como una pared que se posa frente nuestro camino, si, a veces es mejor tomar otra ruta, ya que nada dice que al escalar esa pared encontremos lo que buscábamos, no podemos ver a través de ella, yo me arriesgue esa vez, pero pensándolo en retrospectiva puse mi vida en juego por unos papeles y amenace a una persona, viéndome a mi yo del pasado, realmente me di miedo de lo que hice.

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Carlacar 287 puntos 16 Abr, 2019 Carlacar 287 puntos
Ya lo siento por todas las colas malas que te han pasado :/
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16 Abr, 2019
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