No te engañes, deja de decir que ya lo superaste, que eres alguien nuevo, que incluso buscas superarte. Deja de engañarte diciendo que todo te va mejor, que te sientes libre desde que ya no está, mientras que cada que alguien menciona su nombre sientes un profundo hueco ahí donde sabes se sitúa el corazón .
No te engañes, no es el fin del mundo, ni es lo peor que te ha pasado, creéme vienen peores cosas. Deja de engañarte jurandote una y otra vez que no te permitirás volver a caer cuando bien sabes que nunca decidiste caer, que fue algo involuntario y que te fue imposible evitarlo. No te engañes ni trates de engañar a los demás aparentando ser lo que no eres, convirtiéndote en una persona más positiva, más activa, con muchas metas en puerta, basta de ser todo lo que los demás quieren que seas, no tienes que ser el mejor, ni mucho menos estar bien todo el tiempo, estar mal también está bien.
No te engañes, deja de repasar una a una las promesas que quedaron inconclusas, de cuestionar todo lo que alguna vez te dijo y de reclamarle a la vida por haberte puesto en esta situación. Deja de engañarte diciendo que no fue tu culpa, que todo lo que sucedió no estuvo en tus manos, que tú jamás fallaste, que no te olvidaste de esa fecha importante, que nunca le diste una mala cara, que siempre le reconocías lo bien que se miraba y que no te quejabas de sus malos hábitos y de esa amistad que tanto odiabas. Deja de buscar culpables, debiste de haber buscado una solución en su tiempo, el error está hecho y sólo queda no volver a cometerlo.
No te engañes, no necesitas que esté contigo para poder continuar, no se ha llevado parte de ti, fue parte de ti en su momento. Deja de creer que tienes una maldición, que todo lo que haces te sale mal, que todo fue culpa tuya por no cambiar esas cosas que le molestaban de ti desde tu música favorita hasta tu manera de beber, que te faltó hacer más y deja de desearle el mal cuando realmente no dejas de imaginar cómo sería su reencuentro, pero, por favor deja de esperar a que vuelva y si lo harás entonces hazlo en una silla cómoda.
No te engañes, deja de ser egoísta saliendo con personas que realmente no te llenan, besando bocas sin nombre y tomando cervezas que no puedes pagar. Deja de engañarte y de querer engañar a los demás riéndo de cosas sin sentido, evitando a toda costa que salga a relucir su nombre en alguna conversación, mintiendo sobre qué hiciste el fin de semana pasado y el número de personas con quien te has acostado, convenciéndote de que es mejor estar mal acompañado que solo.
Y por último, no te engañes, deja de pretender que no existe, que no recuerdas ni su nombre, que nada pasó. Deja de engañarte pretendiendo que no te sientes identificado con los versos que lees, las situaciones en las que he estado y el dolor que he sentido. Basta de querer vivir borrando el pasado, sin comprender que todo lo vivido es lo que hace quien eres hoy, también deja de tener miedo, deja de evitar los lugares a los que iban, las calles cercanas a su casa, de ignorar que tu corazón se acelera cada que confundes su perfil con el de alguien más y de cerrarte a que no hallarás eso que perdiste en nadie más.
No te engañes ni trates de engañarme pretendiendo que no existo, que no recuerdas mi nombre, que nada pasó. Deja de engañarme pretendiendo que no te sientes identificado con los versos que te escribo, las situaciones en las que estuvimos y el dolor que sentimos. Basta de querer vivir borrando el pasado, sin comprender que todo lo vivido es lo que hace quien eres hoy, también deja de tener miedo, deja de evitar los lugares a los que íbamos, las calles cercanas a mi casa, de ignorar que tu corazón también se acelera cada que confundes mi perfil con el de alguien más y de cerrarte a que no hallarás lo que tuvimos en alguien más porque lo hallarás y posiblemente sea mejor, y si no llegara a ser así, no te engañes, sabes dónde estoy.