Caminos distintos…
4 Feb, 2019
Tiempo de lectura aprox. :
4 min.
+8 votos

Alguna vez te has preguntado, ¿Qué habrá ocurrido con esos objetos que alguna vez tuvimos y por alguna razón jamás los volvimos a ver?


Esas cosas que de niños nos divertían, dibujaban sonrisas, creaban pequeños mundos o quizás nos aterrorizaban. Esas cosas que alguna vez amamos tanto o quizá deseamos nunca haberlas visto.


Recuerdo cuando tenía ocho años .

Mi mami me había regalado una pelota de plástico de color rosa con estrellas plateadas. No se trataba de un gran tesoro, pero la amaba. Me divertí mucho con ella. Sin embargo, así como llegó (un día como cualquier otro), así mismo desapareció.


Una noche, cuando me disponía a regresar a casa, agarré la pelota con mis dos manos y le di una patada tan fuerte como pude; voló tan alto que se dirigió hacia la punta del árbol más grande. O al menos eso creí.


Hice lo que pude para recuperarla, pero todos mis intentos fueron en vano. Parecía como si la rama de ese gran árbol se la hubiera tragado, como si con mi súper patada la hubiera borrado de la faz de la tierra. Sin embargo, con la ayuda de un nuevo amanecer, conservaba la esperanza de encontrarla, pero no fue así. Jamás volví a verla.


Así que me pregunto: ¿Qué habrá pasado con ella? ¿Alguien más la encontraría? Y si así hubiese ocurrido: ¿Se divertiría tanto como yo lo hice?


Bueno, esas son cosas que nunca sabré. Así como el hecho de que nunca sabremos ¿Cuál es el pasado de esos objetos que nos hemos encontrado y que por alguna razón quisimos conservar? ¿Cuáles son sus historias? ¿A quiénes pertenecían? ¿Qué tipos de personas?


¿Saben? Todo esto también me lleva a preguntarme: Somos conscientes de las personas que conocemos, que conocimos y aunque ahora no somos conscientes de las personas que vamos a conocer, algún día lo seremos. Pero, ¿Qué pasará con aquellas personas que nunca, jamás, ni por un motivo se cruzarán por nuestro camino?


Ya haya sido porque vivieron en otra época de la historia y quizá ni su memoria se recuerde; o porque viven a millones y millones de kilómetros de nosotros y hablen otro idioma, tengan otras costumbres, miren en otra ventana, tomen otro bus y vayan a otra universidad.


E inclusive, aquellos que alguna vez se cruzaron por nuestro lado, pero por alguna razón no volteamos a ver y sencillamente tomamos caminos distintos.


Caminos distintos. Infinidad de caminos. Somos seres tan finitos, con una sed y hambre de eternidad, de un conocimiento absoluto... Pero aquí estamos, en nuestra humanidad, una humanidad compleja, hermosa y limitada. Tenemos el control de nuestra vida y a la vez no tenemos nada. Somos tan capaces de amar, de odiar, de recordar como de olvidar. Buscamos compañía, buscamos soledad, buscamos felicidad. Podemos sonreír por un buen recuerdo, pero también podemos cerrar los ojos o mirar al cielo cuando una triste memoria nos golpea con fuerza.


Nos relacionamos con personas que no hubiéramos querido conocer, pero a su vez tenemos a otras de las cuales no quisiéramos separarnos en ningún momento. Y a pesar de esto, existen miles y miles de individuos, tantos como los cabellos de nuestra cabeza, como las arrugas dibujadas sobre la piel de una mujer llena de días, como las gotas de agua que descienden del cielo durante una tarde lluviosa, de las cuales no sabremos de su existencia, de su origen, de sus gustos, de sus miedos, de sus pasiones, de sus secretos o de su raza, porque así, sin nada más, tomaremos caminos distintos.

269 visitas
Valora la calidad de esta publicación
0 votos

Por favor, entra o regístrate para responder a esta publicación.

Carlacar 287 puntos 4 Feb, 2019 Carlacar 287 puntos
Preeeecioso
+1 voto
4 Feb, 2019
JulietaG27 40 puntos 4 Feb, 2019 JulietaG27 40 puntos
Gracias
Soffy Purple 89 puntos 4 Feb, 2019 Soffy Purple 89 puntos
Qué profundo. Me gusta mucho leer publicaciones como esta, que te hacen pensar y meditar profundamente en cosas de la vida.
+2 votos
4 Feb, 2019
JulietaG27 40 puntos 4 Feb, 2019 JulietaG27 40 puntos
Gracias Soffy Purple Así es. Sin duda,  meditar en este tipo de cosas es uno de los mayores deleites de nuestra existencia.
Danny Dimarc 6 Feb, 2019 puntos
Excelente Juli! Un abrazó
+2 votos
6 Feb, 2019
Litterarum 239 puntos 13 Feb, 2019 Litterarum 239 puntos
Me gusto mucho
+1 voto
13 Feb, 2019
Carlos de Cruces 3 Mar, 2019 puntos
Hola, pasé a leer esto y me recordé de una canción de Tabaré Cardozo que habla un poco de lo que tú planteas, te dejo el link
+1 voto
3 Mar, 2019
JulietaG27 40 puntos 10 Mar, 2019 JulietaG27 40 puntos
Gracias Bro. Gracias por esa analogía musical !Está bellísima! <3
Adimvi es mejor en su app para Android e IOS.