Estás molesto, lo entiendo. Te dejé de hablar sin razón alguna .
Ahora, estás tratando de sacarme de tu mente y de tu vida. Piensas que lo que hice, lo hice sin lastimarme antes. Crees que no me dolió alejarme.
Sientes que lo mejor es sacarme de tu vida así como yo te saqué de la mía, y no te culpo. En tu caso, yo haría lo mismo. Pero la pregunta aquí es: ¿Qué harías tú en mi lugar?
Muestras tan poco interés, y no hablo del tiempo que tardas en responder mis mensajes, o el no interesarte en lo que me sucede, me refiero a esas novelas que te haces en tu cabeza, pensando que yo haré algo para lastimarte, esas novelas que te convencen de que lo mejor es no acostumbrarte a mis cariños, a mi apoyo, a mis mensajes de cada mañana de buenos días, o esos mensajes de buenas noches que simplemente decidías no responder hasta dos días siguientes aún sabiendo que te los había mandado, solo para no lastimarte. A esas novelas de tu cabeza, donde siempre era yo la que te traicionaba o lastimaba.
Que hacía con esa falta de confianza, con esa imagen que tenías sobre mi, como si yo hubiera hecho mal. Te quejabas de mi falta de atención, de mi desinterés hacia tu vida y me comparabas con las demás personas que te rodeaban, a las que si les permitías acercarse a ti, y te repetías a cada momento "ella no está conmigo como ellos lo están".
Sólo prestaste atención a tu vida de víctima, esa en la que no quisiste creer en mí, esa en donde no notaste la oportunidad de abrirte conmigo por última vez, solo para confirmarte que me importabas, aún cuando tú no lo querías ver.
Y ahora, te pregunto: Con todo esto, ¿Tu novela tuvo un final feliz?