Aún puedo recordar, lo puedo recordar...
Puedo recordar las tardes descubriéndome a mi misma mirándola más de la cuenta, la fascinación que me provocaba sonrisa y las mariposas en el estómago cada vez que la veía.
Puedo recordar que no importaba cuánto me esforzara encontrando razones por las cuales olvidarme de ella porque una mirada suya bastaba para olvidarme de todo aquello y correr directo a donde estaba.
Me tomó un tiempo, pero al final, decidí que sin importar la cantidad de contras que por mi mente pasaban a diario, me quedaría a su lado y así lo hice. Contra todo pronóstico, me quedé con ella .
La amé con todo mi ser y más, le entregué lo mejor de mí, y eventualmente, también lo peor, y no hay cosa de la que me sienta más orgullosa.
Así que ahora que ha terminado todo no me pienso arrepentir. Decir que si la vida me diera la oportunidad de regresar en el tiempo, haría las cosas diferentes, sería mentirme a mí misma y traicionar todo aquello que sacrifiqué en su momento.
Sí, al terminar las cosas no terminaron de una forma tan agradable, pero el tiempo me ha enseñado que siempre, sin importar nada, con lo que te tienes que dar son con las cosas buenas, porque este mundo es imperfecto. Las cosas nunca van a salir como en aquellos cuentos de hadas que te leían por las noches antes de ir a dormir. En este mundo no hay príncipes encantadores y princesas de ensueño. Aquí hay hombres y mujeres que a diario cometen errores.
Jamás vas encontrar a alguien perfecto porque incluso la perfección en persona puede llegar a ser un defecto. Los humanos se equivocan, cometen errores y sí, pueden llegar a provocar mucho daño. Lo hermoso está en poder ver, a pesar de todo, cómo también se esfuerzan día a día en dar lo mejor de ellos mismos. Una persona enamorada no te puede prometer no hacerte daño nunca, porque sería mentirte. Lo que sí te puede prometer, es darte todo lo que representa como persona y amarte con todo su ser, y eso es algo que sin duda alguna, yo recibí.
No me cabe ninguna duda de que me quiso, que lo intentó y que me amó incluso en los momentos que no lo parecía, porque en aquellos actos de rabia que cometió, se reflejaba el dolor a causa de una pérdida. Me costó entenderlo pero al final aprendí a ver que ese enojo era puro sufrimiento, que le dolía de la misma forma que me dolió a mí porque me amó de la misma forma en la que yo la amé a ella, y eso para mí, fue más que suficiente.
Todos llevan el duelo a su manera y es algo que debemos aprender a aceptar. Que alguien no demuestre el dolor de la misma forma en que tú lo haces no significa que le esté doliendo más o menos, simplemente significa que está tratando de levantarse de la forma que aprendió a hacerlo.
El motivo por el que les cuento todo esto es para que sepan que no importa la cantidad de cosas que hayan pasado con aquella persona que no pueden olvidar. No importa si lo que pasó terminó siendo más bueno que malo o viceversa. Si sentiste el amor, es porque estuvo ah, porque nadie puede fingir una cosa así.
El amor es algo que no desaparece; honestamente yo no creo poder dejarla de amar nunca, estoy casi 100% segura de que la voy a amar el resto de mi vida y es algo que ya aprendí a aceptar. Pero lo mejor para las dos era que la dejara ir, así que eso hice.
Debes hacerlo tú también. Tienes que abrirte y conocer más personas. No te pido que dejes de amarla, simplemente te pido que dejes de intentar algo que obviamente no está funcionando para ninguno de los dos. Hazlo por el amor que le tienes, hazlo por el amor que tú te tienes. Deséale lo mejor y sigue adelante.
No te puedo prometer que va a ser sencillo porque no lo va a ser, sin embargo, lo que te puedo prometer es que es lo mejor y que eventualmente te va hacer más feliz. Créeme.