Decir que eres "mi" novia, esposa, amante o compañera me resulta un poco mal.
No porque no me gustes, es porque no eres de mi propiedad. No te puedo tener como a un objeto, ni mucho menos reclamar como si fuera tu dueño .
Nunca serás mía y yo no seré tuyo, somos nosotros mismos quienes elegimos llevar la vida al lado del otro sin dejar de pertenecernos, siendo fieles a nosotros primero, para entender que la otra persona pude irse, soltar y volar.
Te amo pero no te tengo, quiero que seas amiga, novia y amante, no mía, pero sí conmigo.
Gela