En un día común y corriente, mamá vino a casa después de trabajar, y llegó con una gran sonrisa que casi abarcaba toda su cara. Me bañó, me vistió con un conjuntito rosa con azul, y me dijo que íbamos a salir a comprar unas cosas.
Para cuando terminamos de hacer las compra, regresamos a nuestra casa y papá ya había llegado de trabajar .Papá se dió cuenta que mamá estaba un poco distinta, papá me preguntó que si sabía qué ocurría, a lo que respondí que no sabía nada, entonces mamá preparó un rico guisado para cenar, papá ayudó a acomodar la mesa, y sirvió la cena para los tres. En cuanto terminamos de cenar, mamá se levantó lentamente y le dijo a papá que le tenía una sorpresa, y papá le contestó que sí, que ocurría...
Mamá le dio una caja grande llena de muchas cosas, dentro de esa caja había ropa, zapatos, y gorritos, pero lo más extraño es que todo eso no le iba a quedar a mi papá, y tampoco a mí, yo no entendía qué era lo que pasaba en ese momento. Papá se puso a llorar, yo tan solo tenía cinco años, eso era demasiado para mí.
Al tranquilizarse papá, mamá me explicó que dentro de su pancita, existía algo nuevo y muy chiquito, un bebé, y que dentro de un tiempo yo tendría una o un hermano. Me puse muy feliz, día tras día le preguntaba a mamá y a papá que cuánto tiempo más faltaba para que el bebé naciera, ellos me decían que un poco más.
Luego de nueve largos meses, mamá se levantó una noche diciendo que el bebé ya iba a nacer, así que papá me subió al auto, ayudó a mamá, metieron unas grandes maletas a la cajuela del auto y ahí en el hospital ya nos estaban esperando unos doctore y una de mis tías que se iba a encargar de mi cuidado, así que me llevó a su casa.
Horas después, mi papá marcó, y dijo que el bebé ya había nacido, que había sido una niña, estaba muy feliz, era una niña, mi tía me dijo que volviera a dormir que era muy tarde y mañana temprano la iríamos a ver.
Al día siguiente mi tía me llevo a ver a la bebé, en cuanto llegamos al hospital, mi papá estaba con mi mamá, mi papá me dijo que ella era mi nueva hermanita. Era tan pequeña y tan tierna, dijo la doctora que no nos podíamos llevar aún a mi mamá y a la bebé, ya que mi mamá tenía que recuperarse un poquito y a la bebé la tenían que revisar, que todo estuviera bien en ella.
Al pasar tres días, mi papá me dijo que ya podíamos ir a recoger a mi mamá y a mi hermanita al hospital. Al llegar, la bebé ya estaba bien vestidita con un conjuntito rosa y azul igual al mío, mi mamá me dijo que la bebé tendría el nombre de Elana.
Al pasar el tiempo, esa niña se convirtió en mi mejor amiga, en mi confidente, es una de las personas más importantes en mi vida en la actualidad, porque ella es alguien que se ha hecho indispensable, con ella jugué tantas noches, ella me cubría de todas esas veces que me escapé con alguien, ella es la que me cuida, por eso hermana mía, hoy te digo que gracias por apoyarme y por siempre aconsejarme aún que seas más chica que yo, porque aún con tu edad sigo aprendiendo mucho de ti.