Y dije que dí, me animé a decir que sí, después de tantos "no", me pregunté: ¿qué podría salir mal o qué tan malo puede ser? Por lo que, me levanté pronto en la mañana e hice todos mis pendientes. Cuando el sol se ocultó, me hallaba frente a mi closet preguntándome qué usar, pues aquel día tenía que usar un disfraz, ya que aquella chica que iba a salir no era yo. Y así, después de algunas horas, estaba de pie con unos tacones que podrían matar, con mucha gente a mi alrededor, enrojecida por el calor que generaba la presencia de tantas personas eufóricas que se divertían, carcajadas por aquí y por allá que asustaban un poco, me quedé mirando y mirando todo a mi alrededor.
Todo parecía tan falso, tan superficial, tan sin sentido.
Sin embargo la mayoría reía, parecían felices, disfrutando una noche fría en la que yo hubiera preferido: un chocolate caliente con alguna película de comedia o tal vez una cena a la luz de las velas, lo sé, a veces sueno muy romántica, pero no, estaba en un lugar con poca luz y mucho ruido, con montones de gente pero sin poder platicar, la música no lo permitía, bebimos un poco y ademas bailamos sin parar con personas que no conocía, eso fue algo que no me suele pasar, casi no conozco personas nuevas y estaba bien con eso.
Así que todo ese ruido, esa falta de luz, esa falta de todo mi mundo, me hizo buscar la salida de ese lugar y huir, sé que suena algo dramático, pero salí tan de prisa que parecía escapar.De vuelta a las frías calles, comencé a caminar, y nunca aquella brisa sobre mi rostro había sido tan especial .