Me he puesto a pensar en lo locos que estamos las personas últimamente al querer reemplazar los besos por la tecnología, y claro, es solo una forma de decirlo, es algo más que solo eso, pues hemos dejado de lado el convivir con los demás por pasar esas horas con el celular, pues resulta más fácil escribir esas palabras que decirlas a la cara. Vaya pensamiento de la sociedad de dejar de lado las caricias por los emoticones, que raros que somos, si las caricias son esos roces suaves y delicados sobre la piel de otra personas generalmente como muestra de cariño, que genera sensaciones indescriptibles.
Eso no es todo: ahora resulta que nos podemos encariñar con una personas a través de una pantalla, con la que solamente hemos intercambiado mensajes sin que haya contacto humano, sin que hayas visto de cerca sus ojos, la forma en la que te mira, su sonrisa encantadora, sin haber visto esos movimientos del pie cuando está nervioso/a, o la forma en la que arruga la nariz cuando algo le parece gracioso y no puede reír, son cosas que solo puedes saber observando a esa persona, al estar en contacto con esa persona, compartiendo silencios y vacíos.
Perdón por la incredulidad para aquellas personas que han encontrado el amor por medio de una pantalla, decirles que admiro mucho su capacidad para enamorarse de esa forma, tan singular, lo digo por mí, que necesito más que solo mensajes .