Momentos como éste, dolorosos, son los que me hacen plantearme el si mandarlo todo a la mierda estaría tan sumamente mal; estoy tirada en mi cama, casi más tapada con problemas que con las sábanas. Estoy pasando una etapa en las que las idas y venidas comienzan a ser bastante comunes, y no las típicas de enfados de mierda con tu amigas, no, las de que las personas se van a de verdad, porque cambian, o porque se van para no volver nunca, y no porque no quieran, sino porque la muerte es así, se lleva a las personas sin aviso previo, y lo peor, sin sentir ni siquiera lastima .Ya no porque se va, si no porque se queda sin esa personita que ocupaba uno de los huecos de su corazoncito.
Tú, que dudo que estés leyendo esto, seguro que pensarás “entonces yo no soy el problema”, pero chaval, no nos engañemos, los dos lo sabemos, tú tamién ocupas mucho tiempo de mi cabeza al día, casi ni desapareces, de verdad te crees que no eres otro problema? porque sí, enamorarse es muy bonito, pero si el principe se va con una de tus amigas por la cara, y aun por encima tampoco te deja a ti tranquila porque, aunque no lo admita, está enamorado de ti, sí es un problema pequeño.
Hasta arriba, llena, pero con ganas de seguir hacia delante, por lo menos hasta que la muerte decida llevarme.