Juro que parecía feliz, pero solo fingía.
Rodeada de gente, pero aún así estaba sola.
No podía parar de pensar en la gente que la miraba, quizá era por guapa, o quizá por falta de ego.
Quizá las cosas habían cambiado aunque ella no lo creyese.
"No todo lo bueno permanece", pensaba una y otra vez.
Tampoco quería creeselo, pero no le quedaba otra.
Ya era tarde.
Tenía otros pensamientos en la cabeza.
Estaba sola.
Ese era su caos.