Siento desvanecer cada vez que te vas, temo que venga alguien y te arrebate de mí.
Siento que el infinito nos circunvala cuando estás conmigo.
Siento un vacío tan grande cuando despierto y ya no estás en mi cama.
Siento que el sol me enciende cuando tú me besas.
Siento afilados cuchillos atravesando mi corazón cuando te veo saludar a otra mujer.
Siento que puedo volar cada vez que veo mi reflejo en tus ojos.
Siento agobiantes golpes en el corazón cuando suena tu teléfono.
Siento hormigas recorriendo mi cuerpo cuando tomas mi mano.
Siento un impulso de matarte tan infrenable, cuando me dices que ya no puedes más.
Siento una paz cuando me prometes que está vez será mejor.
Siento como las voces que habitan en mi cabeza me dicen que solo me mientes para vivir otro día más.
Siento que ellas se equivocan, porque tú me amas ¿Cierto que me amas?
Siento que me mientes, puedo oler como besas a otra.
Siento que me amas porque llegaste a la hora exacta.
Siento que debo revisar todas tus cosas, porque sé que algo de la otra hallaré.
Siento que el mejor lugar del mundo para ti, es amarrado en mi cama.
Siento unas ganas de golpearte, me llamaste loca.
Siento alegría al ver como te llama la otra y tú no puedes contestarle.
Siento ganas de tomar tu teléfono y contestarle: ¿Qué quieres puta? Tú la tienes guardada con el nombre de un hombre, pero yo sé que es solo una estrategia.
Siento tanto amor por ti.
Siento tanto asco por ti, efectivamente era un hombre quien llamaba, dijo ser tu amigo ¡Amigo! Como si yo no reconociera a un gay por teléfono.
Siento una profunda calma en mi alma, tus últimas palabras fueron “Te amo” yo sé que lo dijiste porque es lo que sentías de verdad, no por la pistola que yo sostenía y apuntaba en tu sien.
Siento ganas de explotar, vinieron unos policías para llevarme a un lugar donde tú no vas a estar, vinieron porque un vecino exagerado sentía un mal olor, pero tu olor siempre ha sido la gloria para mí.
Siento paz, le robé al doctor muchas pastillas, en unas cuantas horas estaré contigo.
¡Maldición! Tú eras una buena persona y moriste antes de tiempo a manos de una loca celosa, por eso te premiaron y te llevaron al cielo y a mí por ser una loca celópata, no esa no era mi descripción, era: “Una mujer sin amor propio ni autoestima, incapaz de salir de su papel de víctima, que nunca fue una víctima sino la victimaria” me condenaron a volver a la tierra hasta que aprenda mi lección.
Me siento la bebé más feliz del mundo tengo unos padres que me aman, esta vez sí aprenderé amarme y a saber como es en realidad el amor.