Recuerdo las ultimas palabra que me dijo... te perdí.
Recuerdo las ultimas palabras que le dije.. .
Y con eso nos despidimos para siempre una mañana lluviosa de octubre. El dia más largo de nuestras vidas.
Esa mañana, me dirigí a su casa, inundada en miedo y tristeza, consecuencias de la fatídica noche anterior. Esa noche que fue el principio del fin. Donde le reventaron la cabeza por mi causa. Y el destino, decidió separarnos prematuramente al enfrentarnos a una cruda realidad donde nuestros caminos estaban marcados por rutas diferentes. Crónica, de un desenlace anunciado. Donde otras personas, eran dueños de nuestra suerte.
Y cómo le explicas al corazón que debe olvidarse del amor de su vida? Ese amor donde las almas conectan en dimensiones mas allá de lo tangible al ser humano. Cómo te despides de ese sueño por el cual has luchado tanto. De esa persona que divide tu vida en dos.
Pues tuve que enfrentarme al miedo más grande que sentí, desde el día que me enamoré de su alma y decirle adiós, llevándose con él, toda esperanza de supervicencia de este sentimiento.
Con el corazón hecho trizas me marché y tan herida emocionalmente que ni siquiera una llamada suya, me hubiera arreglado. Y finalmente, pude entender que ese era el precio que teníamos que pagar por no haber defendido un amor tan verdadero cómo el que nos unió. De esos que ya no vienen ni en papel, en los que basta con una mirada para descifrar que está pensando el otro. Por los que sientes que cada segundo vivido, vale la pena el riesgo.
Y así, muere una de las historias de amor mas épicas que existieron. Porque juntos fuimos leyenda y nuestra condena será habernos encontrado y no habernos escogido.