Sé que te he lastimado, sé que te traté mal e incluso te traté peor que a la basura.
Sé que tu único delito fue amarme más de lo que tú misma te amas, y yo enaltecí eso en ti a mi favor ¡Pero vamos! Sabes que mi ego es insaciable y tú lo alimentabas con una facilidad. Ahora lo sé, fue mi culpa, pero avivada por ti.
Yo antes de ti creo haber sido un tipo normal, dicen que cada persona que conoces es un maestro y sin duda tú para mí, lo fuiste, todas las cosas que critiqué en ti, eran aquellas cosas que odiaba de mí mismo, y hasta hoy no me había dado cuenta de todo lo que me odiaba, no auto reconocí mis heridas abiertas y tú eras el limón, hacías que mis heridas me quebrantaran, era un animal herido, incluso ahora las condenadas me carcomen , te amo tanto que no te amo, y solo puedo pedirte que te alejes de mí, no porque me importé tu felicidad sino porque necesito cicatrizar mis heridas, necesito buscar a esa persona que saque lo mejor de mí.
Lamento no haber sido un maestro para ti, yo sé que dices que me amas, pero ¿Qué clase de amor puede salir de una persona que no se ama a sí misma? ¿Qué clase de personas somos los dos que solo nos destruimos mutuamente? Es absurdo querer volver ¿A qué? ¡Sí tú a mi lado no tenías nada! Lo intenté, te juro que lo intenté, pero no logré amarte, no logré ver tus cualidades, solo “te amé” porque inflabas mi ego.
Siempre te amaré como mi gran maestra, pero hoy decidí ser feliz y tú no puedes darme eso .Lo sé, es cruel lo que te digo, pero dentro de todo el amor que te tengo este es el último daño que te provocaré, ya le pedí al universo que te recompense por todo el daño que te hice, que llegue a tu vida ese hombre que sane tus heridas y vea renacer esas alas que yo sin querer un día corté.
Perdón… pero sé que sin mí, tú serás feliz.
