Una vez escuché a mi abuelo decir: El amor es tan delicado, que una sola palabra lo mata.
Yo no sé que es el amor verdadero, no sé que es amar, no sé que es tener una verdadera relación, pero lo que sí sé, es sentir. Todos sentimos y muchos cubren el hecho de decir algo, solo por el momento de colera, pero la verdad, es que estás tan casando de algo, que lo sacas a todo pulmón sin siquiera ser consiente de lo que sale de tu boca, pero dentro de todo el griterío, es eso lo que verdaramente sientes y lo sacas desde tan adentro, que es lo más pesado, fuerte y duro que cae en una persona, convirtiendo a las palabras en algo mucho más doloroso que un golpe.
Y no solo esto lo puede causar alguien con quien tengas una relación sentimental, sino alguien de tu propia familia porque así como el diablo fue un ángel, alguien que quieres, en tan solo un segundo te puede decepcionar con las más frías y dolorosas palabras que salen desde su corazón.