Y quien debía protegerme, fue la primera en exponerme, quien esperaba su apoyo, fue la primera en lanzarme al vacío, quien esperaba que me acompñara, fue la primera en abandonarme. El secreto para no hudirnos con facilidad, es aprender a esperar lo peor de la personas, sea quién sea, tu familia, tus amigos, personas que ni siquiera conoces, nunca esperes lo mejor de ellos porque tarde o temprano terminan dañándote, puede que ahora te digan que arriegarían el cielo y las estrellas por ti, pero la mayoría de veces, el cien porciento no suele ser cierto, nunca lo es .