En esta reflexión os voy a hablar de una de las causas por las que desconfío de las personas, y que probablemente, me haga perder gente que valga la pena tener a mi lado: el incumplimiento de la palabra que dan o falta de compromiso. 

A veces nos encontramos con gente que nos demanda confiar en ellos y, pese a que lo intentas mil veces, los incumplimientos de promesas o pactos realizados anteriormente y rotos por la otra parte, no lo consigues. Me fastidia ser injusta con alguien que, posiblemente, sea una persona que merezca la pena tener a mi lado tenga que pagar los platos rotos de otros que me fallaron anteriormente. 

Desde junio hasta ahora, ya me he encontrado con 6 así, y todas relacionadas con el compartir piso para no tener que depender del nefasto horario de Transporte Público que hay en mi región. 

Empezamos por el primer propietario, alguien con quién en Junio quedé en que iría en las primeras semanas de septiembre para quedarme hasta final de curso. Salgo del apartamento feliz, creyendo que me iba a guardar mi plaza y en septiembre tendría una habitación para dormir y un piso donde vivir .

Caso dos: primero me contacta una chica que tiene que venir a la universidad desde los países nórdicos, con el pretexto de alquilar juntas un piso y acepto de buen grado la propuesta. Al cabo de un rato, contacta conmigo un chico que se va a una localidad cercana a la ciudad a estudiar un Curso Formativo. Todo bien, encontramos piso y me gusta, hasta que les digo que "por el momento" mi padre no podía echarme un cable y me dicen a las 19:00 que han decidido que lo mejor es que me busque una habitación. Lo que me jode, no es salir con la cabeza agachada, mientras el padre del chico me desea suerte, sino tener que ir cargada con mochila y maleta por la ciudad mientras miro un par de habitaciones y me vuelvo a quedar sin un sitio dónde dormir. 

La tercera persona, me escribe un whatsapp al cabo de unos días de haberle escrito yo, preguntándole por la habitación en alquiler que tiene. Le digo que voy a verla y me dice que ha ocurrido un imprevisto, se le han presentado dos chicas en su casa que no tenían dónde quedarse, pero que si le digo algo rápido, intentará solucionarlo. Le digo que le responderé al día siguiente, -pero no que mi padre acaba tarde de trabajar y me sabe mal molestar a alguien a esas horas- y así lo hago, me contesta que como no le dije nada, ha decidido quedarse con las dos chicas. 

¡Y vuelta a empezar! Pongo otro anuncio. Me contacta una chica que tenía una habitación libre en la misma calle dónde mi ex tiene el almacén dónde se reúne con su pandilla. Veo las dos que tiene libres, -pero sólo alquila una de ellas-  y decido que me quedo con la grande, comentándole que mi padre acaba tarde y seguro que le respondo esa noche. Le envío un whatsapp confirmando que al día siguiente iré con la maleta y me responde que se la ha alquilado a otra persona-

Y va otro anuncio más en una web, buscando habitación. Me vuelve a contactar otra chica que tiene una habitación cerca del instituto, me gusta y le digo "Mañana, vendré con la maleta al piso". Le mando un whatsapp confirmando que finalmente, iría hoy y me dice que no va a poder ser, porque viene un amigo de su novio.  

Por personas con falta de palabra, yo estoy empezando a perder la fe en la humanidad. Luego se quejarán si les pagan con la misma moneda, cuando el KARMA, la vida o cómo le queráis llamar está devolviéndoles lo que no cumplieron. O lo que es lo mismo, está siendo justa con quién merece justicia, aunque conmigo últimamente está pecando de lo segundo.