Bello muchachito, puedo asegurarle que es un placer verlo distraído y ríendo.
Me conformo simplemente con sólo mirarlo y le afirmo que al hacerlo no me dan ganas de mirar a nadie más.
Disculpe esta sinceridad pero jamás creí que llegaría a este punto de ser feliz mientras usted ríe.
Bendito sea el día en que nuestros caminos se cruzaron, aunque no hemos tenido un buen comienzo y se podría decir que empezamos con el pie izquierdo .