Dame 6 minutos y te ahorro 6 años de desamor (o más)
19 Abr, 2025
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A veces, en nuestras relaciones, caemos en la trampa de estar demasiado disponibles para esa persona que tanto nos interesa. Pensamos que estar ahí todo el tiempo es una forma de demostrar amor, pero en realidad, lo que estamos haciendo es privar a esa persona de algo muy valioso: la oportunidad de valorarnos.


Imagínate que eres un turista en Nueva York, ansioso por ver el famoso Empire State Building .

Te acercas tanto que terminas poniéndote justo debajo, y de repente… no puedes verlo. Estás demasiado cerca, te falta perspectiva. Algo similar sucede en las relaciones. Si estás siempre a su alcance, siempre disponible, no le estás dando espacio para verte realmente. Es como si estuvieras constantemente en su cara, pero sin darle la oportunidad de admirarte desde la distancia que necesita.


No se trata de ser un rompecorazones, ni de hacerle la vida más difícil. Se trata de entender que, como seres humanos, necesitamos perspectiva para ver lo que realmente tenemos delante. Un hombre que te tiene disponible todo el tiempo no te ve con claridad. En lugar de valorarte, se acostumbra a ti, y eso, aunque parezca irónico, te pone en riesgo de ser invisible para él.


Esto no significa que debas hacerte inaccesible o fría, pero sí que debes ser consciente de la importancia de espaciar tu presencia. No todo se trata de dar y dar, como un proveedor constante de atención. En el mundo de las relaciones, como en los negocios, es esencial saber qué necesita la otra persona, no solo lo que pide.


Piensa en Steve Jobs o Henry Ford: ellos no se limitaron a hacer lo que la gente pedía. Crearon algo nuevo, algo que necesitaban sin saberlo. Jobs no le dio al mercado lo que quería, le dio el iPhone, algo que revolucionó nuestra manera de vivir. De la misma forma, tú también puedes ser esa persona que, con un poco de distancia, le da a esa relación lo que realmente necesita para prosperar.


Sé estratégica, no emocional. No se trata de perder a alguien, se trata de darle la oportunidad de quererte de verdad, de admirarte por lo que eres. Si siempre estás al alcance, nunca le das ese espacio que necesita para reflexionar, para valorar lo que tiene. En las relaciones, como en la naturaleza, a veces menos es más. No sobrealimentes ni sobreprotejas, porque eso puede ser tan dañino como la indiferencia.

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