El último informe hecho público por la Agencia Espacial Europea (ESA) sobre la basura espacial que rodea nuestro planeta viene cargado de cifras astronómicas y mensajes alarmantes. Desde que comenzara la carrera espacial hace 60 años con el vuelo del Sputnik soviético, se han realizado 6.050 lanzamientos que han puesto en órbita 56.450 objetos .
«Los satélites que hacen posible la vida moderna están en peligro: desde la navegación para el transporte mundial hasta la sincronización de la banca y las finanzas, las telecomunicaciones, la monitorización del clima, el control del tráfico aéreo… ¿Se trata de una crisis? En algunas órbitas, sí», asegura un vídeo de la misma ESA presentado hace unos días en la 9ª Conferencia Europea sobre Desechos Espaciales. «Por encima de los 800 kilómetros, no podemos contar con la atmósfera para eliminar los desechos –una referencia a la fricción que hace que se alcancen temperaturas de hasta 3.000 grados que los desintegra–. Una vez que estas órbitas de gran altitud se han llenado de fragmentos, no hay vuelta atrás. El problema es acumulativo y con el nivel de tecnología actual, irreversible. Una reacción catastrófica en cadena no es solo una posibilidad, sino que ya está en marcha», añade.
7 choques en el espacio
En las seis largas décadas de lanzamientos al espacio, se han registrado 560 «eventos de fragmentación en órbita». En la mayor parte de ocasiones, la causa han sido explosiones de las naves espaciales por el combustible residual que quedaba en sus depósitos. Los misiles lanzados para destruir satélites añaden más escombros. Un solo ensayo llevado a cabo por China en 2007 incrementó en un 25% el número de desechos detectables –los que resultan imposibles de seguir por tener