El enigma de las icnitas del río Paluxy, en Texas, ha desconcertado a científicos y entusiastas durante décadas. Estas huellas, con dimensiones que sugieren un bípedo de proporciones humanas, se encuentran en un lecho rocoso del Cretácico, un período que finalizó mucho antes de la aparición oficial de los humanos en el registro fósil.

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La existencia de estas icnitas plantea dos escenarios extraordinarios: la coexistencia de humanos con dinosaurios en el Cretácico o la supervivencia de los dinosaurios hasta el Pleistoceno, mucho más cerca de nuestra era. Ambas posibilidades desafían la cronología establecida de la historia terrestre.

Las huellas del río Paluxy son un recordatorio de que la historia de la Tierra aún guarda secretos que pueden transformar nuestra comprensión del pasado. A pesar de que investigaciones recientes han demostrado que muchas de las huellas halladas en la zona, pertenecen a Terópodos y Sauropodos, el enigma invita a la reflexión sobre los límites del conocimiento científico y la posibilidad de que el pasado oculte realidades sorprendentes.