Y volvería a elegir este caos una y mil veces más,porque al mismo tiempo que das aliento me lo quitas,porque al salir de mi casa siempre está tu y cuando entramos a la tuya ya no eres tan tu,vienen los celos,las peleas,las miradas hirientes y retarnos a ver quien de lo dos es más "valiente" .
Y aún así, cada vez que te vas, me quedo vacía,
porque al final de cada tormenta, tu ausencia me guía.
Tus palabras me atraviesan como cuchillos afilados,
pero en la distancia, me arrepiento de lo que no ha pasado.
Es un juego de sombras, una lucha constante,
donde me pierdo buscando algo que ni tú ni yo entendemos realmente.
Es como bailar al borde de un abismo,
sabes que es peligroso, pero aún así te sigues uniendo al ritmo.
Cada mirada tensa es un recordatorio del miedo,
de no saber si lo que construimos es real o un sueño en el que estamos atrapados.
Me consumes en tus inseguridades,
y yo, tonta, me dejo llevar por tus tormentas y calmas.
Pero cuando estamos bien, el mundo desaparece,
y es como si solo existiéramos tú y yo en ese instante fugaz.
Es un ciclo de amor y dolor, un vaivén de emociones,
donde cada reconciliación se siente como una resurrección entre canciones.
Y sin embargo, en este caos, encuentro algo de mí,
una parte de la que no me había dado cuenta que aún existía,
porque aunque todo duela, aunque me desgastes,
sé que mi alma busca respuestas en lo que te hace, a veces, mi obsesión.
Pero ¿es amor o es un hechizo? ¿Es cariño o es necesidad?