El amor actual, tan distante y frío, se teje en pantallas, un mundo vacío. Antes pensábamos que el tiempo pasaría, pero el pasado regresa, y con él, la agonía.
Redes que nos venden caricias vacías, corazones rotos, amores de fantasías, un like, un comentario, un mensaje sin alma, y el amor, antes profundo, hoy pierde la calma.
Nos comentaban que íbamos a avanzar, a un futuro brillante, que no íbamos a tropezar, pero miramos atrás, y vemos el reflejo de actitudes antiguas, de un tiempo lejos.
Mirada posesiva, el control disfrazado, Mentira sutil, el corazón callado, Amor, que antes era un refugio de luz, hoy se convierte en un pozo, una amarga cruz.
Relaciones que ahora se miden en distancia, en mensajes rápidos, en la falta de constancia, y lo que creímos erradicado, hoy revive, sutil, en cada lado.
¿Dónde quedó el respeto? ¿Dónde la ternura? ¿Acaso "evolución" trae esta amargura? Vemos que el amor se consume en redes, mientras el alma se pierde, y el cuerpo cede.
Hemos olvidado el valor del toque, el sentido profundo de un gesto de amor, y en lugar de avanzar, la historia nos golpea y el futuro se apaga, mientras todo es mentira.
Es como si el tiempo se hubiera detenido, como si el camino hacia adelante se hubiera perdido.
Amor no es control ni inseguridad, no es vivir atrapados en esta realidad, es libertad, es dar sin esperar, es caminar juntos, pero sin dejar de volar.
Y aunque el presente parezca oscuro y frío, debemos recordar que hay un brillo escondido, porque el amor verdadero, aunque ahora se pierda, si lo buscamos con alma, no se queda en la cuerda. .