La historia de los perros de guerra es fascinante y poco conocida. Desde la antigüedad, los ejércitos han utilizado perros entrenados para el combate, y su uso se extendió hasta la Edad Media.
Los romanos fueron uno de los primeros en utilizar perros de guerra, específicamente la raza Canis Pugnax, que se caracterizaba por su fiereza y agresividad .
La utilización de perros de guerra se extendió a otras culturas y civilizaciones, como los ejércitos castellanos en la Edad Media, que utilizaron perros de guerra para enfrentar a los invasores musulmanes. En este caso, se utilizaron tanto los Canis Pugnax como el Alano Español, una raza de perro originaria de la península ibérica.
Es interesante notar que los perros de guerra no solo se utilizaban para el combate, sino también para otras tareas, como la vigilancia y la protección de las tropas. Sin embargo, su uso en el combate era su función principal, y se les entrenaba específicamente para atacar y defender.
En la actualidad, aunque los perros de guerra ya no se utilizan en el combate, su legado sigue vivo en la forma en que se utilizan los perros en la protección y la vigilancia. Además, la historia de los perros de guerra es un recordatorio de la importancia de la adaptabilidad y la creatividad en la guerra, y de la forma en que los seres humanos han utilizado a los animales para lograr sus objetivos en el campo de batalla.