Conozca a la única monja condenada a muerte por un tribunal nazi: Hermana María Restituta
La desafiante hermana María Restituta fue la única monja católica condenada a muerte por un tribunal nazi. Su historia comienza el 1 de mayo de 1894, cuando Anton y Marie Kafka celebraron el nacimiento de su sexta hija, a quien llamaron Helena .
Helena era una buena estudiante y trabajadora. Recibió su Primera Comunión en mayo de 1905 y fue confirmada un año después. Tras completar ocho años de educación, trabajó como sirvienta, cocinera y se formó como enfermera. A los 19 años, se convirtió en enfermera asistente en el Hospital de la ciudad de Lainz, donde conoció a las Hermanas Franciscanas de la Caridad Cristiana. Impulsada por su vocación, el 23 de octubre de 1915 se convirtió en la Hermana María Restituta, haciendo sus votos perpetuos un año después.
Al finalizar la Primera Guerra Mundial, la hermana Restituta se desempeñó como enfermera quirúrgica principal en el Hospital Modling de Viena. Sin embargo, el 12 de marzo de 1938, Austria fue anexada por el régimen nazi. La hermana Restituta se opuso abiertamente al régimen, colgando crucifijos en las nuevas habitaciones del hospital, a pesar de las órdenes nazis de quitarlos. Cuando un médico nazi la denunció, la Gestapo la detuvo el Miércoles de Ceniza de 1942, acusándola de “colgar crucifijos” y “escribir un poema que se burlaba de Hitler”.
Fue sentenciada a muerte en la guillotina por “favorecer al enemigo y conspirar para cometer alta traición”. Le ofrecieron la libertad si abandonaba a los franciscanos, pero ella se negó rotundamente. Aunque muchas monjas sufrieron en campos de exterminio, la hermana Restituta fue la única en ser juzgada y condenada a muerte por un tribunal nazi.
Una petición de clemencia llegó a Martin Bormann, secretario personal de Hitler, quien decidió que su ejecución “ofrecería una intimidación eficaz para otros que quisieran resistir a los nazis”. La hermana María Restituta pasó sus últimos días en prisión cuidando a los enfermos. Debido a su amor por el crucifijo, fue decapitada el 30 de marzo de 1943, coincidiendo con el martes de Semana Santa. Tenía 48 años.