Físicos crean el mapa más preciso de la Tierra y desafía todo lo que creíamos sobre su representación.
El mapa cuenta con imperfecciones, pero sus autores consideran que se trata de la proyección más fiel hasta la fecha.
Desde hace siglos, los cartógrafos se han enfrentado a un problema irresoluble: representar de manera precisa la superficie esférica de la Tierra en un plano. Cada intento ha conllevado distorsiones inevitables, ya sea en las formas, las distancias o las proporciones de los continentes.
Ahora, un equipo de investigadores ha ideado una nueva proyección que, si bien no es perfecta, minimiza algunos de estos problemas .
Este nuevo mapa, creado por Richard Gott y su equipo, se suma a una larga historia de intentos por perfeccionar la representación cartográfica. Desde la proyección de Mercator en el siglo XVI, diseñada para facilitar la navegación, hasta el sistema Winkel-Tripel del siglo XX, las diferentes aproximaciones han tratado de encontrar un equilibrio entre la distorsión de formas y la conservación de proporciones.
Sin embargo, ninguna ha logrado ser completamente fiel a la realidad. El equipo de Gott desarrolló un sistema de puntuación para evaluar la precisión de los mapas en seis criterios: formas locales, áreas, distancias, flexión, asimetría y cortes. Con este método, demostraron que su nuevo diseño supera al Winkel-Tripel, que hasta ahora era la referencia en precisión.
Mientras que la proyección alemana obtenía una puntuación de 4.563, el nuevo mapa reduce el error a 4.497 puntos, lo que supone una mejora significativa en la representación geográfica. Uno de los aspectos más innovadores de esta proyección es su forma de disco, con dos caras que representan los hemisferios norte y sur.
Este formato soluciona el problema de los cortes que suelen aparecer en los mapamundis tradicionales, donde el océano Pacífico queda dividido entre Asia y América. Al permitir una continuidad geográfica sin interrupciones, esta propuesta cartográfica podría cambiar la manera en que visualizamos la Tierra.
Más allá de nuestro planeta, los investigadores han utilizado este sistema para representar otros cuerpos celestes, incluyendo los planetas del sistema solar y el Fondo Cósmico de Microondas. Este enfoque abre nuevas posibilidades en la cartografía astronómica y podría ser clave para mejorar la comprensión del universo, extendiendo el uso de la proyección Gott mucho más allá de la Tierra.