JACK, EL BABUINO FERROVIARIO: UNA HISTORIA DE LEALTAD Y PRECISIÓN
Entre 1881 y 1890, un babuino llamado Jack trabajó para los ferrocarriles sudafricanos, demostrando una lealtad y precisión inigualables. Jack era un babuino chacma que ayudaba a James Wide, un señalero ferroviario parapléjico que había perdido las piernas en un accidente.
James entrenó a Jack para que lo ayudara con sus tareas diarias, y eventualmente, Jack aprendió a operar las señales ferroviarias con supervisión .
Durante sus nueve años de trabajo, Jack nunca cometió un error. Ganaba veinte centavos al día y media cerveza a la semana, pero su verdadero pago fue la admiración y el respeto de sus colegas y superiores.
Desafortunadamente, Jack murió en 1890, pero su legado vivió. Su cráneo se conserva en el Museo Albany en Grahamstown, Sudáfrica, como un homenaje a su trabajo único en la industria ferroviaria.
La historia de Jack es un ejemplo inspirador de la lealtad y la precisión que pueden lograr los animales cuando se les da la oportunidad de demostrar sus habilidades. Su legado sigue siendo recordado y celebrado en la industria ferroviaria y más allá.
Créditos Amilcar Dorantes Nieto