Michael J. Fox se sentó en una larga mesa en el New York Comic Con 2018, firmando autógrafos para una fila de fans entusiastas .

Fox, siempre amable y servicial, sonrió e intercambió unas palabras con cada fan mientras firmaba. Entonces, una mujer se acercó, sosteniendo un cartel de Back to the Future visiblemente usado por el tiempo.

Lo puse delante de él, pero en vez de pedir un simple autógrafo, dudó. Cuando Fox levantó la vista, respiró profundo y empezó a contar una historia.

Ese cartel perteneció a su padre, un fan de la película, que se la presentó cuando era niña. Viendo Regreso al Futuro juntos se había convertido en su tradición, algo que hacían cada año sin excepción. Incluso durante su larga enfermedad, cuando estaba demasiado débil para hacer otra cosa, se sentaron lado a lado y vieron su película favorita. Era su manera de escapar de la realidad, incluso por un par de horas.

La voz de la mujer tembló al revelar que su padre había muerto meses antes. Ella había guardado el cartel como un precioso recuerdo de su tiempo juntos, y ahora quería algo más que una firma.

Le preguntó a Fox si podía escribir un mensaje personal para su padre, algo que pudiera apreciar para siempre.

Fox, que había asintido mientras hablaba, permaneció en silencio por un momento. Lentamente pasó sus dedos por los bordes del cartel, claramente tocado por sus palabras. Su espíritu brillante habitual dejó espacio para un profundo momento de reflexión.

En lugar de sólo firmar su nombre, tomó el bolígrafo y escribió cuidadosamente un mensaje de fieltro:

"A un padre que hizo que el viaje en el tiempo fuera real, compartiendo estos momentos con su hija. Con amor, Michael J. Fox."

Cuando él le devolvió el cartel, la mujer miró el mensaje y le puso una mano en la boca. Lágrima en sus ojos mientras susurraba gracias.

Fox agarró su mano con un apretón tranquilizador y le dio una cálida sonrisa antes de que se alejara, apretando el cartel como si fuera la posesión más preciosa que había tenido.

Más tarde, cuando se le preguntó sobre esa reunión, Fox admitió que momentos como ese le recordaron por qué su trabajo era importante.

No se trataba solo de filmar películas o interpretar a un personaje querido, se trataba de las conexiones que la gente hizo a través de esas historias, los recuerdos que construyeron, y las emociones asociadas con ellas.