Desde las representaciones mentales que los primeros humanos formaban alrededor de la palabra y el fuego hasta las digitales, ha habido un camino tecnológico largo y repleto de momentos increíbles.
El firmamento siempre fue un escenario fascinante, que dio lugar tanto a interpretaciones mitológicas como científicas.
Hace siglos algunos estudiosos pensaron que, en lugar de proyectar la imaginación hacia el firmamento, tal vez sería más interesante proyectar la luz hacia el interior de una cámara y estudiarla. Así fue como empezaron a tomarse las primeras imágenes del firmamento .
La primera representación de una cámara oscura durante la observación de un eclipse en Lovaina, Bélgica, nos lleva a enero de 1544, y su autor fue el astrónomo Reinerus Gemma-Frisius.
Casi cinco siglos después, la tecnología ha avanzado más allá de lo real.
Tal vez toque revisar la Ley de Moore, que predecía que cada año y medio aproximadamente se doblaría la capacidad de cálculo de los ordenadores, por segmentos más breves, tal como refleja el desarrollo de las tecnologías disruptivas.
"This person does not exist" (Esta persona no existe), es una web relativamente desconocida en comparación con las actuales creadoras de imágenes de IA, pero curiosamente, lleva más tiempo que ellas en Internet.
Además, ofrece resultados mucho más realistas que algunas de las más conocidas, por ejemplo Marketing Tool, YouCam, Microsoft Copilot, Face Maker AI, NightCafe, Fotor, y otras que suelen enfocarse en diseños más artísticos.
A partir de millones de fotos de personas reales, This person does not exist, genera retratos prácticamente indistinguibles de los reales, fruto de la utilización de StyleGAN, una red neuronal de Nvidia, desarrollada en 2018.
Luego de seleccionar el idioma, se accede al menú para crear la imagen.
Se puede escoger género, edad y raza, pero no puedes describir el aspecto que quieres que tengan, por cuanto la generación de retratos resulta aleatoria, y el resultado final se extrapola al puro azar.
Por lo general, resultan muy realistas y creíbles, y lo más probable es que si le enseñamos la foto a alguien sin avisarle de que esa persona no existe, sea incapaz de detectarla de primeras.
De hecho, un estudio ha tratado esto en profundidad y ha determinado que algunas personas que no existen, nos parecen más reales que personas de verdad.
Que una IA sea capaz de crear personas inexistentes es tan inquietante como interesante.
Esto tiene importantes implicaciones en nuestro comportamiento en las redes, porque puede servir para erosionar de manera profunda y peligrosa la forma en la que nos creemos la información que recibimos de otros o directamente si confiamos en las personas que podrían rodearnos a partir de este momento.
A veces, la línea entre la realidad y la ficción es tan fina que somos incapaces de diferenciarla
Cuando inocentemente, y casi como un acto reflejo "aceptamos las cookies", estamos renunciando a buena parte de nuestra privacidad para seguir navegando y permitimos a los sectores de poder, conocernos de una manera casi individualizada, sabiendo qué teclas emocionales tocar para que sus mentiras resulten lo más creíbles posibles y causen el máximo efecto, apelando a lo que cada ciudadano siente, anhela o teme y, por tanto, está más predispuesto a escuchar, formando una "opinión pública", que no tiene nada que ver con la Verdad.
El desafío será como gestionar éste otro riesgo de la IA, que por sí misma no tiene en cuenta criterios éticos, cuando está en manos de Humanos, que tampoco los tienen...
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