Aeris: El Secreto del Cielo??

Las nubes se extendían como un mar infinito bajo la ciudad flotante de Aeris. Edificios altos con cúpulas doradas reflejaban la luz del sol, mientras puentes suspendidos conectaban los distritos en un equilibrio perfecto .

El viento siempre soplaba con suavidad, cargado con el aroma metálico de las turbinas que mantenían la ciudad en el aire.

Lía nunca conoció la tierra firme. Nació y creció en Aeris, pero algo en su interior le decía que no pertenecía allí. Desde que tenía memoria, sus sueños estaban llenos de imágenes de un lugar desconocido: ríos que serpenteaban entre montañas, árboles gigantes que bailaban con el viento, un cielo distinto al que ella veía cada día. Sus padres adoptivos siempre evitaban hablar sobre su origen, pero Lía no podía ignorar la sensación de que le ocultaban algo.

Una noche, mientras trabajaba en el taller de aeronaves de su padre, encontró un pequeño dispositivo escondido en un compartimiento de su caja de herramientas. Era un proyector antiguo, de los que usaban antes de la Gran Elevación, cuando las ciudades aún estaban en la tierra. Con manos temblorosas, activó el aparato.

Una imagen holográfica apareció frente a ella: una mujer de cabello oscuro y ojos profundos.

—Si estás viendo esto, significa que has comenzado a buscar la verdad —dijo la mujer con voz firme—. Tu nombre verdadero es Lía Kael. No naciste en Aeris, sino en la tierra que quedó atrás. Hay algo que debes saber: la historia que te contaron no es real.

Lía sintió que el aire abandonaba sus pulmones. Durante toda su vida le habían enseñado que la tierra se volvió inhabitable después de la Gran Elevación, que la humanidad no tuvo otra opción que construir ciudades flotantes para sobrevivir. Pero esa mujer… su madre… hablaba como si aún existiera vida abajo.

—Tienes que encontrar la llave de los vientos. Está oculta en el Núcleo de Aeris. Cuando la tengas, busca la Puerta del Descenso. Solo así conocerás la verdad.

La imagen se desvaneció, dejando a Lía con mil preguntas y una sola certeza: tenía que llegar al Núcleo.

El Núcleo de Aeris era la parte más protegida de la ciudad. Solo los altos funcionarios y científicos tenían acceso, pues allí se encontraba el motor principal que mantenía a Aeris en el aire. Pero Lía no podía esperar más.

Con el corazón latiéndole en los oídos, trazó un plan. Durante la próxima celebración del Equilibrio, cuando la atención de todos estuviera en los fuegos artificiales, se infiltraría en el Núcleo. No sabía qué encontraría allí, pero una cosa era segura: estaba más cerca de la verdad que nunca.

Lo que no sabía era que alguien la estaba observando desde las sombras. Y que no era la única que buscaba la llave de los vientos.

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