Hija del Último Dragón??

Lo El viento helado soplaba entre las montañas nevadas cuando Lyria encontró la cueva. Sus botas resbalaron en la nieve derretida mientras avanzaba con cautela, la antorcha temblando en su mano .

Había oído los rumores: un dragón aún vivía en las tierras olvidadas, el último de su especie.

Nadie lo había visto en siglos, pero los cazadores ya estaban en camino. Su líder, el despiadado Lord Kael, ofrecía una fortuna por su cabeza. Para Lyria, no se trataba de oro, sino de una promesa. Su abuela le contaba historias de los dragones como guardianes de la tierra, y ahora, si los rumores eran ciertos, solo quedaba uno.

Al llegar al umbral de la cueva, sintió el aire caliente y un profundo latido en la piedra. Avanzó. En la penumbra, dos ojos dorados la observaron con una inteligencia antigua. El dragón, enorme y majestuoso, tenía escamas de un negro iridiscente, como si la noche misma se hubiese fundido con su piel.

—No quiero hacerte daño —susurró Lyria, dejando la antorcha en el suelo.

El dragón inclinó la cabeza, estudiándola. Su voz no fue más que un susurro en su mente.

—Llegan.

Lyria se giró. A lo lejos, en la nieve, las antorchas de los cazadores descendían por la montaña. No había tiempo.

—Tienes que huir.

—No hay dónde.

Sintió un nudo en el estómago. Tenía razón. No había lugares seguros. Solo muerte esperándolo afuera.

Entonces, Lyria tomó una decisión.

—Yo te protegeré.

El dragón la miró con sorpresa. Nadie había protegido a su especie en siglos.

Los cazadores se acercaban. Lyria recogió su daga, apretó los dientes y, sin dudarlo, se interpuso entre el dragón y la entrada de la cueva.

No permitiría que este fuera el fin.

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