En 1902, un joven estadounidense llamado Willis Carrier estaba trabajando como ingeniero en Buffalo Forge Company. Durante ese verano particularmente caluroso y húmedo, Carrier recibió una tarea desafiante: resolver el problema de la calidad del aire en una imprenta de Brooklyn, donde el papel se expandía y encogía debido a la humedad, causando problemas con la impresión.
Carrier se puso manos a la obra y, después de mucha investigación y experimentación, diseñó un sistema que controlaba la temperatura y la humedad del aire .
Willis Carrier patentó su invento, conocido como el sistema de aire acondicionado, en 1906. Su tecnología no solo revolucionó la industria de la impresión, sino que también tuvo un impacto significativo en otros sectores, desde fábricas y oficinas hasta cines y hogares.
La invención del aire acondicionado de Carrier mejoró la calidad de vida de millones de personas al proporcionar un alivio del calor y la humedad, permitiendo el desarrollo de ciudades en climas cálidos y cambiando la forma en que vivimos y trabajamos.
Willis Carrier es recordado como el padre del aire acondicionado moderno, y su legado sigue presente en los sistemas de climatización que utilizamos a diario.