Kintsugi: La belleza de las cicatrices y el arte de ser resiliente
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¿Alguna vez has roto algo que amabas? Un plato, una taza, un jarrón… ¿Y qué hiciste? ¿Lo tiraste a la basura o intentaste pegar los pedazos? Bueno, en Japón hay una técnica milenaria llamada Kintsugi que no solo repara lo roto, sino que lo convierte en algo aún más hermoso. Y, ¿sabes qué? Esta técnica tiene una lección enorme para nuestra vida: las cicatrices no son algo que debamos esconder, sino algo que nos hace únicos y fuertes. 


El Kintsugi consiste en reparar objetos de cerámica rotos con una mezcla de resina y polvo de oro, plata o platino .

En lugar de esconder las grietas, las resalta, convirtiéndolas en parte fundamental de la historia del objeto. ¿No es increíble? Lo que estaba roto, ahora brilla. 


Y aquí es donde entra la resiliencia, esa capacidad de levantarnos después de caer, de aprender de nuestros errores y de seguir adelante, incluso cuando todo parece estar en mil pedazos.


"La vida no se trata de cuántas veces te caes, sino de cuántas veces te levantas y te ríes de ti mismo en el proceso". Y tiene toda la razón. 


La vida está llena de imperfecciones, pero que esas imperfecciones son las que nos hacen humanos. ¿En toda historia de vida siempre hay toques de caos, de errores y de situaciones incómodas? Pero al final, siempre hay una enseñanza, risas y, sobre todo, una forma de ver el lado positivo. Eso es resiliencia en su máxima expresión. 


Ahora, piensa en tu vida. ¿Cuántas veces te has sentido "roto"? ¿Cuántas veces has pasado por situaciones que te hicieron pensar que no podías más? Tal vez una ruptura amorosa, la pérdida de un trabajo, un sueño que no se cumplió… Esos son tus grietas. Pero, ¿y si en lugar de esconderlas, las celebras? ¿Y si en lugar de verlas como algo negativo, las ves como parte de tu historia, de tu crecimiento? 


El Kintsugi nos enseña que lo roto puede ser reconstruido, y que, al hacerlo, se convierte en algo aún más valioso. Lo mismo pasa contigo. Cada caída, cada error, cada momento difícil, es una oportunidad para reconstruirte, para aprender y para brillar aún más. 


Así que la próxima vez que te sientas "roto", recuerda esta técnica japonesa. No te avergüences de tus cicatrices. Úsalas como recordatorio de que eres fuerte, de que has superado cosas difíciles y de que, al final, eres una obra de arte en constante evolución. 


 


Como dice esta frase conocida  "La vida es como un chiste mal contado. A veces no tiene sentido, pero si te ríes, todo es más fácil". Así que, ¡ríete de tus errores, abraza tus grietas y deja que tu luz brille a través de ellas! 


 

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CHIO 13 puntos Hace 1 día CHIO 13 puntos
Así que, ¡ríete de tus errores, abraza tus grietas y deja que tu luz brille a través de ellas!  ?
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Hace 1 día
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