Nuevos hallazgos revelan pistas sorprendentes sobre la domesticación y veneración de los gatos en Egipto.
Durante siglos, los gatos han sido símbolo de misticismo y divinidad en la cultura egipcia. Sus momias, cuidadosamente preservadas en templos y tumbas, han sido objeto de fascinación, pero hasta ahora no se comprendía del todo qué secretos ocultaban. ¿Por qué estos felinos eran tan importantes? ¿Desde cuándo comenzó la relación entre humanos y gatos? Un nuevo estudio ha arrojado luz sobre estas incógnitas, y los resultados son sorprendentes.
Los arqueólogos han explorado más de 80 yacimientos en Europa, África y Asia Occidental para rastrear el origen de la domesticación felina .
Aun así, Egipto sigue siendo clave en la historia de los gatos. Las momias felinas analizadas contenían información genética crucial que ayudó a trazar su evolución a lo largo de los siglos.
Utilizando tecnología de biología molecular avanzada, los investigadores extrajeron ADN de restos momificados y encontraron una revelación inesperada: los gatos domesticados en Europa tienen un linaje que proviene del norte de África. Esto sugiere que fueron los romanos quienes introdujeron a estos animales en el continente a través del comercio en el Mediterráneo.
Además, el análisis reveló que en Egipto no solo se momificaban felinos locales. La diversidad genética indica que los egipcios “importaban” gatos de distintas regiones, lo que refuerza la idea de que estos animales eran más que simples compañeros: su presencia en templos y tumbas tenía un profundo significado religioso y cultural.
Uno de los hallazgos más intrigantes del estudio fue el análisis químico del colágeno en los huesos de las momias. A través de esta técnica, los científicos pudieron rastrear la alimentación de los gatos egipcios y descubrieron que en algún punto de la historia comenzaron a consumir pescado de forma habitual.
Se cree que los pescadores egipcios alimentaban a los gatos con restos de sus capturas, una práctica que poco a poco fue moldeando sus hábitos alimenticios. Esta preferencia por el pescado se transmitió a lo largo del tiempo, y hoy en día es común ver a los gatos disfrutando de atún o pequeños trozos de carne, tal como hacían sus ancestros.
Las momias de gatos en Egipto no eran solo tributos a los dioses, sino que también guardaban información invaluable sobre la evolución y domesticación de estos animales. Su ADN revela una historia que abarca miles de años y que aún hoy influye en la vida de los felinos domésticos.
Lo que parecía un simple acto de veneración es, en realidad, una clave para comprender cómo los gatos se convirtieron en los compañeros inseparables que conocemos hoy. Y con cada nuevo descubrimiento, su historia sigue demostrando que estos misteriosos felinos han estado siempre más cerca de la humanidad de lo que imaginábamos.