No solo las personas sufrimos depresión, sino que los gatos también pueden padecer enfermedades psíquicas. Te explicamos cómo detectar la depresión en gatos y, aún más importante, qué puedes hacer al respecto.
El cuadro clínico de una depresión en gatos es similar a los síntomas de las personas .
Si te parece que tu minino ha perdido la alegría de vivir, pídele consejo al veterinario. Este podrá descartar problemas de salud, como dolores, enfermedades infecciosas u otras patologías. Para ello, palpará al gato, le tomará la temperatura y, si es necesario, tomará una muestra de sangre.
Si no encuentra ninguna causa física, te preguntará si ha pasado algo recientemente que pueda haber afectado psíquicamente al gato.
Las preguntas más importantes son:
Si respondes a una o varias preguntas afirmativamente, es posible que esa sea la causa de la depresión del gato.
El tratamiento de la depresión en gatos suele ser difícil y largo dada la complejidad de la dolencia. Por eso, es importante que documentes regularmente la evolución, incluyendo los avances y retrocesos.
Si puedes deshacer la supuesta causa, pruébalo para ayudar a tu gato. Si esto no es posible, puedes preguntar a un psicólogo felino o al veterinario sobre la administración de fármacos psicotrópicos. Estos son medicamentos que influyen en el cerebro y pueden aliviar la depresión en gatos.
La psique del gato depende de muchos factores y, por eso, los desencadenantes de la depresión en gatos son numerosos.
Las más comunes son:
Que tu gato recupere la alegría de vivir depende de que encuentres y combatas la causa de la depresión. Está claro que la terapia puede durar bastante, por lo que debes tener mucha paciencia y mostrarle empatía.