Diego de Paradas fue un conquistador extremeño, que llegó a ser uno de los que mayores servicios prestó al Rey en la penetración y conquista del territorio venezolano. Arriba a temprana edad a las Indias en 1535, específicamente a la ciudad de Coro, formando parte de la expedición de Jorge de Espira, patrocinada por los banqueros germanos, los Welser.
Para el año de 1555 funda la villa de las Palmas, lo que actualmente se conoce como Nirgua .
«que rendido a la violencia de la herida y postrados los espíritus con la evacuación de la sangre, se encontró en los últimos alientos de la vida, y aplicándole aquellos preservativos que pudo permitir la incomodidad de aquella urgencia, echándoselo a cuestas entre todos, partieron con presteza en alcance de Losada, a quien, ignorante del suceso, hallaron ya en el valle de San Francisco, aunque intentó la cirujía hacer ostentación de los primos de su arte, nada bastó para que al sexto día dejase de perder la vida, con sentimiento general de todos y muy particular de Diego de Losada, por haber sido antiguo compañero en sus fortunas: fue natural del Almendralejo en la Extremadura, caballero notorio por su sangre, ya quien debe esta provincia gran parte de su conquista, pues obrando siempre con el valor correspondiente a su nobleza heredada, no hubo expedición militar en su tiempo a que no concurriese, mereciendo entre todos sus compañeros los aplausos de primero en cualquier lanza; acompañó a Felipe de Utre en el descubrimiento de los Omeguas, siendo uno de los treinta y nueve varones memorables que derrotaron el ejército numeroso de quince mil combatientes de aquella nación guerrera; y cuando la fortuna podía ofrecer descanso a sus fatigas con el premio debido a sus hazañas, malogró sus esperanzas un acaso, pues le previno la muerte su desgracia en los accidentes fatales de un descuido».
Autor: Emilio Acosta.