Abraham Lincoln, decimosexto presidente de los Estados Unidos, nació cerca de Hodgenville, Kentucky, el 12 de febrero de 1809. Su familia se mudó a Indiana cuando él tenía siete años .
En 1828, a los diecinueve años, acompañó a una barcaza cargada con productos agrícolas por el río Mississippi hasta la ciudad de Nueva Orleans, en Luisiana y luego regresó caminando a su hogar. Dos años más tarde, para evadir problemas económicos y de salud, el padre de Lincoln mudó la familia a Illinois.
Después de mudarse de su casa, Lincoln tuvo una tienda de ramos generales con un socio durante varios años antes de vender su parte y se enlistó como capitán de milicia en defensa de Illinois en la Guerra de Halcón Negro de 1832. Halcón Negro, era un cacique sauk, que fue estafado en un tratado reciente por tierras e intentó volver a aventarse en el territorio que ocupaba anteriormente. Lincoln no vio el combate directo durante el conflicto breve, pero la imagen de los campos de batalla cubiertos por cuerpos en Stillman's Run y Kellogg's Grove lo afectó profundamente.
Después de la guerra, estudió derecho e hizo campaña para conseguir un escaño en la
legislatura del estado de Illinois. Si bien no fue electo en su primera candidatura, Lincoln perseveró y obtuvo el cargo en 1834 como representante del partido Whig.
Abraham Lincoln conoció a Mary Todd en Springfield, Illinois. Se casaron en 1842 a pesar de la oposición de la familia de ella y tuvieron cuatro hijos. Solo uno de ellos sobrevivió hasta la madurez.
Lincoln se enfocó en su estudio de abogados a principios de la década de 1850, después de un mandato en el Congreso en el período de 1847 a 1849. Se unió al partido Republicano en 1856. Una serie de debates acalorados en 1858 con Stephen A. Douglas, el patrocinador de la Ley de Kansas-Nebraska de 1854, con respecto a la esclavitud y su lugar en los Estados Unidos convirtió a Lincoln en una figura prominente en la política nacional. La plataforma antiesclavista de Lincoln le restó muchos adeptos sureños, quienes se enfurecieron con su nominación para presidente en 1860. El 6 de noviembre de 1860, Lincoln ganó la elección presidencial sin el apoyo de ninguno de los Estados sureños. Los rumores de secesión tomaron un nuevo tono de seriedad. La Guerra Civil no fue causada en su totalidad por la elección de Lincoln, pero este fue uno de los motivos principales por los que estalló la guerra el año siguiente.
La decisión de Lincoln de luchar en lugar de dejar que los Estados del sur se separan no se basó en su opinión con respecto a la esclavitud. En cambio, consideró que su deber sagrado como presidente de los Estados Unidos era preservar la Unión cueste lo que cueste.
A lo largo de la guerra, Lincoln como comandante en jefe, ejercía legalmente el rango más alto de las fuerzas armadas de los Estados Unidos, y aplicó su autoridad con diligencia por medio de la planificación estratégica, la prueba de armas, y el ascenso y descenso de oficiales.
Emitió su famosa Proclamación de Emancipación el 1 de enero de 1863. La Proclamación de Emancipación, que se basó legalmente en el derecho del presidente de confiscar los bienes de aquellos que se revelaban contra el estado, solo ordenaba liberar a los esclavos de los Estados del sur donde las fuerzas de Lincoln no tenían control.
En 1864, Lincoln se postuló nuevamente para presidente. Después de años de guerra, temía no ganar. Recién en los meses finales de la campaña, los esfuerzos del general Ulysses S. Grant, comenzaron a dar sus frutos. Una serie de victorias alentadoras despertó el apoyo a la boleta de Lincoln y contribuyó significativamente a su reelección.
El 14 de abril de 1865, mientras estaba en una obra en el teatro Ford en Washington, D.C., Abraham Lincoln recibió un disparo del simpatizante de la Confederación John Wilkes Booth. El asesinato fue parte de una conspiración más amplia para eliminar el gobierno del norte, en el cual también resultó gravemente herido el Secretario de Estado William Seward. Lincoln murió al día siguiente, y con él desapareció la esperanza de reconstruir la nación sin rencores.