El mundo del fitness y la belleza nunca deja de sorprendernos con nuevas tendencias… o mejor dicho, con nuevas locuras. Desde retos virales sin sentido hasta prácticas que prometen milagros, algunas modas no solo son absurdas, sino que también pueden ser perjudiciales.
Aquí te presentamos seis de las modas más ridículas que han surgido en los últimos años .
Sí, esto pasó. La "prueba de la mujer auténtica" consistía en colocar un bolígrafo bajo el pecho y ver si se sostenía por sí solo. Si se caía, ¿qué significaba? Nadie lo sabe realmente, pero miles de mujeres subieron fotos como si esto fuera un logro. Lo más absurdo es que esta moda surgió bajo la falsa creencia de que tenía algo que ver con la concienciación del cáncer de mama… cuando en realidad era solo otro pretexto para llenar internet de imágenes innecesarias.
Esta técnica, conocida en el yoga tradicional como Nauli, consiste en mover los músculos del abdomen de una forma extraña y bastante desagradable. Se supone que ayuda a "limpiar los órganos" y mejorar la digestión, pero en realidad no tiene ningún beneficio comprobado. Lo único que consigue es que quien lo haga parezca estar a punto de autodestruirse.
El Derma Rolling es un rodillo con diminutas agujas que promete eliminar cicatrices, reducir arrugas y hasta aumentar el tamaño del pecho. La realidad es que, si bien puede ayudar con algunas marcas superficiales, la mayoría de sus supuestos beneficios son puro marketing. Muchas personas han terminado con la piel peor de lo que estaba, pero claro, el negocio de la belleza siempre encuentra la manera de vender ilusiones.
Durante un tiempo, las redes sociales se llenaron de imágenes de modelos y famosas presumiendo sus costillas marcadas o la famosa "línea del abdomen" (Ab Crack). Lo que parecía un simple estándar de belleza en realidad ocultaba un problema más serio: el fomento de trastornos alimenticios y una idea completamente irreal de la salud y la estética. Pero claro, si una Kardashian lo hace, miles intentarán seguirla…
El uso de corsets para moldear la cintura nunca pasó de moda, pero en los últimos años la tendencia resurgió con más fuerza. El problema es que muchas personas creen que pueden lograr resultados permanentes con solo apretarse la cintura, sin pensar en los riesgos para la salud. ¿Funciona? Sí, si lo usas durante años y desplazas tus órganos en el proceso. Pero, ¿realmente vale la pena?
Internet ha dado lugar a una serie de desafíos absurdos que intentan definir la figura ideal con pruebas ridículas, como tocarse el ombligo pasando la mano por la espalda, medir la cintura con una hoja de papel DIN A4 o apilar monedas en la clavícula. Ninguno de estos retos tiene sentido, pero sí han servido para demostrar una cosa: lo fácil que es manipular a la gente para que busque validación en estándares irreales.