Llevaba tiempo sin entrar por aquí, y me apetecía traeros ahora algo diferente.
Bien sabido es que dentro de la música clásica es donde se alcanzaron las más altas cimas en creatividad musical cuando la música apenas se conocía (o al menos no como ahora), relegada únicamente a litigios religiosos o como divertimento de altas esferas .
Y ahí es donde se disgregó en todos los géneros posibles, en función de la influencia de la música popular del lugar, de la cantidad y tipo de músicos participando o de su utilidad narrativa o descriptiva.
El caso de hoy, Saint-Saëns, fue un prodigio francés de hace casi dos siglos, que tocó muchas vertientes de la misma, pero del que predominan los poemas sinfónicos, obras que narran musicalmente una historia.
He elegido la Danza Macabra por su tétrica gracilidad del violín solista, anticipando fielmente lo que sería el movimiento expresionista en el arte. La música describe una escena lúgubre en que los esqueletos bailan libremente al caer la noche, para volver a sus tumbas al escuchar al gallo cantar.