La Sombra que Me Acecha??

El eco de sus propios pasos la hacía caminar más rápido. No había nadie en la calle, solo la luz intermitente de un farol averiado y el sonido de su respiración entrecortada .

Sentía que alguien la seguía.

Apretó el bolso contra su pecho y trató de convencerse de que era su imaginación. Desde que empezó a recibir aquellos mensajes anónimos, no había pasado un solo día sin sentirse observada. Al principio, eran notas dejadas en su escritorio con frases ambiguas: *"Sé lo que hiciste."* Luego, correos electrónicos sin remitente, fotografías de ella tomadas desde la distancia. Y ahora… este miedo constante.

Giró la esquina y se dirigió al edificio donde vivía. Sacó las llaves con manos temblorosas y miró por encima del hombro. Nadie. Su paranoia estaba jugándole una mala pasada. Pero cuando entró al apartamento, el aire se sintió pesado, diferente.

Encendió la luz y dejó el bolso sobre la mesa. Todo estaba en su lugar, pero había una nota en la barra de la cocina. No la había dejado ahí.

*"No corras. No puedes esconderte de tu propia sombra."*

Un escalofrío la recorrió de pies a cabeza. Se giró rápidamente, sintiendo la presencia de alguien más en la habitación. Pero estaba sola… ¿o no?

Entonces lo vio. No un hombre, no un intruso común. Sino la sombra en la pared, una silueta oscura, demasiado definida para ser suya. Se movió antes de que ella lo hiciera.

Y entonces supo que su pesadilla apenas comenzaba.

Por favor, entra o regístrate para responder a esta publicación.

Etiquetas más populares