En 1972, justo un año antes de su finalización, el World Trade Center estaba subiendo rápidamente en el horizonte de la ciudad de Nueva York. Esta icónica fotografía captura un momento decisivo en su construcción, resaltando la inmensa escala y complejidad del proyecto .
La construcción del World Trade Center fue un esfuerzo monumental, que requirió a miles de trabajadores, ingenieros y arquitectos para dar vida a uno de los diseños más ambiciosos de la época. Diseñadas por el arquitecto Minoru Yamasaki, las torres se mantuvieron como símbolos del progreso y la innovación estadounidense, reflejando tanto la fortaleza económica de la nación como su enfoque hacia el futuro del desarrollo urbano.
En el momento de su finalización en 1973, el World Trade Center se había convertido en una característica definitoria del horizonte de Nueva York. En esta fotografía de 1972, las torres inacabadas ya insinuan su futuro como monumentos globales. La imagen captura el último empujón hacia la finalización, marcando el amanecer de una nueva era en el diseño de rascacielos, uno que influiría en la arquitectura urbana durante las próximas décadas.