El amor incondicional de un abuelo. Un abuelo no espera nada a cambio, simplemente ama .
La fuerza de un abuelo. Aunque la vida le haya dado muchos desafíos, un abuelo siempre sigue adelante, con una sonrisa en el rostro y una lección que enseñar. Sus manos, que han trabajado tanto a lo largo de los años, ahora nos transmiten fuerza y determinación. A través de su ejemplo, los nietos aprenden a no rendirse ante las dificultades, a seguir luchando con valentía y esperanza.