Más de un siglo después de su trágico hundimiento, el Titanic sigue fascinando al mundo. Pero, ¿y si pudiéramos traerlo de vuelta a la superficie? No es una idea nueva; de hecho, desde que se descubrieron sus restos en 1985, han surgido cientos de teorías y propuestas para reflotarlo .
Entonces, ¿realmente podríamos rescatarlo? Veamos los retos y las ideas más locas que se han planteado.
Para entender la magnitud del desafío, hay que compararlo con otras hazañas de rescate. En 1961, Suecia logró reflotar el Vasa, un barco que había estado sumergido por más de 300 años… pero solo a 32 metros de profundidad. En otro caso, en 1974, la CIA recuperó un submarino soviético hundido a 4.900 metros, en lo que fue la operación de rescate más profunda de la historia.
¿Y el Titanic? Está a 3.800 metros bajo el mar. No solo es una profundidad extrema, sino que su estructura está en un estado lamentable.
Desde su hallazgo, los investigadores han notado que el barco se deteriora rápidamente debido a las condiciones marinas. Pero hay un enemigo silencioso que acelera su desaparición: las bacterias "Halomonas titanicae", que literalmente se están comiendo el hierro del casco. Los expertos creen que, para 2030, gran parte del Titanic se habrá desvanecido por completo.
A lo largo de los años, se han propuesto múltiples estrategias, algunas más realistas que otras:
Bolsas de poliéster y vaselina ?️Se sugirió llenar bolsas gigantes con 180.000 toneladas de vaselina y colocarlas dentro del Titanic. Se esperaba que la vaselina se endureciera con el frío del océano y lo hiciera flotar. Pero… la presión podría reventar las bolsas antes de que funcionara.
Congelarlo en un bloque de hielo ❄️Irónicamente, se planteó usar el mismo elemento que lo hundió para rescatarlo. La idea era envolver el Titanic con una malla metálica y bombear nitrógeno líquido para congelarlo en un bloque de hielo. Pero se necesitarían medio millón de toneladas de nitrógeno, y aún así, levantar el barco para colocar la malla sería casi imposible.
Pelotas de ping pong ?Inspirado en experimentos de flotabilidad, se pensó en llenar el Titanic con millones de pelotas de ping pong para hacerlo flotar. Los MythBusters probaron la idea con un barco más pequeño y funcionó, pero a 3.800 metros de profundidad, las bolas no resistirían la presión.
Un imán gigante ?Otra teoría consistía en usar un imán gigantesco para atraer el Titanic hacia la superficie. Pero hay un pequeño problema: el barco no es un solo bloque de metal, sino una estructura frágil en proceso de desintegración. Solo se arrancarían pedazos, dejando el resto en el fondo del mar.
Esta idea ya se ha intentado con pequeños fragmentos. En 1996, se trató de recuperar una sección del Titanic de 20 toneladas con flotadores llenos de diésel. La operación se convirtió en un espectáculo mediático, con espectadores pagando miles de dólares para ver el intento. Sin embargo, cuando la pieza estaba a solo 60 metros de la superficie, las cuerdas se rompieron y volvió a hundirse.
Dos años después, se logró rescatar un fragmento de 4,5 x 7,5 metros, conocido como “Big Piece”, que ahora está en exhibición en el hotel-casino Luxor de Las Vegas.
Aquí es donde la controversia comienza. Hay dos posturas principales:
Recuperar lo que se pueda ?Para algunos, el Titanic es un tesoro histórico que debe ser conservado antes de que desaparezca por completo. Ya se han recuperado más de 4.000 objetos del naufragio, que ahora se exhiben en museos.
Dejarlo en paz ⚰️Otros creen que el Titanic debe tratarse como una fosa común, ya que más de 1.500 personas murieron allí. Argumentan que es un lugar de descanso que no debe ser alterado.
Además, en 2012, la UNESCO lo protegió como patrimonio, lo que hace aún más difícil cualquier intento de recuperación.
Por ahora, parece que el Titanic seguirá descomponiéndose en las profundidades hasta que un día desaparezca por completo. Mientras tanto, algunos afortunados pueden visitarlo en expediciones submarinas, aunque el boleto cuesta 250.000 dólares.