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Pues yo pienso simplemente que todo en exceso hace daño. Ni el extremo de comer cualquier cosa grasienta sin cuidarse de la alimentación ni tener una obseción tal como la describiste que sucede con las personas hoy en día. Hay que cuidarse, comer bien, cuidarse con la comida, y si un día te apatece comer algo específico que no sueles comer, hacerlo. Pero eso, cuidado con los extremos.
Con mis respetos, has descrito un concepto equivocado de lo que realmente es la práctica fitness. De lo que hablas es de lo que la gran mayoría cree que es y vive de manera desacertada. Se puede comer todo lo que quieras, simplemente sabiendo qué estás comiendo, qué estás dándole a tu cuerpo. Incluso los más estrictos, tienen de forma semanal una comida en la que no tienen miramientos por las calorías. Cheat meal se llaman. Las calorías solo han de contarse cuando no suponga estrés o ansiedad o esfuerzo por tener que hacerlo, y porque lo necesites para cumplir un objetivo porque veas que sin hacerlo no llegas. Quizá para determinar si ingieras las suficientes vitaminas o macros que son nuestras fuentes de energía diaria. Hay gente con déficit nutricional, y contar las calorías es un buen método para alcanzar el mínimo necesario. De lo que tú estás hablando es de la obsesión insalubre a nivel mental. Pues no se trata de quedarte con ganas de, o quedarte con hambre ni de comer cosas que no te gusten. Todo se estipula según tus gustos y necesidades. Solo se trata de aprender a comer. Qué y cuánto. Pero la propia práctica fit no aboga por la radicalidad, sino por el equilibrio cuerpo y mente, actividad física y alimentación.