No Duermas con la Puerta Abierta
Cada noche, Sofia cerraba su puerta con seguro. Pero siempre despertaba con ella entreabierta.
Una madrugada, escuchó su nombre en un susurro .
Temblando, encendía su celular y apuntaba a la puerta. AllÃ, una sombra sin rostro la observaba.
A la mañana siguiente, la encontraron dormida¦ con la puerta completamente abierta.
Desde entonces, su habitación cerrada. Porque quien entra ahí nunca vuelve a despertar.