A veces creemos que estamos comiendo de manera correcta, pero pequeños errores pueden afectar la absorción de nutrientes o incluso nuestra salud. Un ejemplo es el arroz, que muchas personas cocinan sin lavarlo previamente, lo que puede dejar residuos de arsénico y afectar su calidad .Otro alimento mal consumido es el plátano, que es más saludable cuando está en su punto de maduración, ya que demasiado verde puede ser difícil de digerir y muy maduro contiene más azúcar de la esperada. También están los huevos, que algunos cocinan a temperaturas muy altas, reduciendo el valor nutricional de sus proteínas. En el caso de las papas, mucha gente las fríe en aceites poco saludables, lo que aumenta las grasas trans y las calorías innecesarias. Finalmente, las verduras como el brócoli y las zanahorias retienen más nutrientes cuando se cocinan al vapor en lugar de hervirlas en exceso. Si quieres aprovechar mejor los alimentos que consumes a diario, estos pequeños cambios pueden hacer una gran diferencia en tu dieta.